domingo, 27 de marzo de 2011

II Salita del Cómic Iberoamericano de Cáceres

En unos tiempos en los que cualquiera que tiene una idea la magnifica y pretende desarrollarla con ínfulas de grandeza, se agradece el enfoque mesurado y próximo que los integrantes de ExTreBeo (Asociación Cultural de Amigos del Cómic de Extremadura), han dado dado a su encuentro anual en torno al mundo de la historieta: la Salita del Cómic. Salita porque sus posibilidades y presupuesto no da para salón, y salita porque tiene ese aire de encuentro de amigos alrededor de una mesa camilla.
En la segunda edición, que se está celebrando a lo largo de esta semana y que finaliza hoy domingo, la salita ha cogido algo más de vuelo y adquiere rango iberoamericano con el soporte del Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (CEXECI).
Ayer por la tarde la Sala Belle Artes de Cáceres acogió una entretenida presentación de publicaciones con la presencia de varios autores, que posteriormente realizaron una sesión de firma de sus obras que, tratándose de dibujantes, conllevaba la inevitable realización de una ilustración.
Los trabajos que se presentaron fueron Navío de Tuertos, de Fermín Solís, número 1 de la nueva colección que ha iniciado el CEXECI; Yupulca, con guión de José Luis Forte y dibujos de Miguel Ángel Farrona, editado por la Fundación WATU Acción Indígena, dirigido a estudiantes de segundo ciclo de primaria; el fanzine Roland, autoeditado por el autor pacense Borja González; y el número 2 del fanzine HARTO, editado por ExTreBeo, con aportaciones de muchos de los mejores autores extremeños del momento. También estuvo, por delegación, el autor Fidel Martínez, que presentó los trabajos de la joven editorial de Badajoz, ARISTAS MARTÍNEZ, de la que anunció su incorporación al mundo de la historieta con un primer trabajo que él está realizando sobre Hamlet.
Finalmente, en el rol de estrellas invitadas, se contó con la presencia de Lluisot, dibujante de la revista El Jueves, que aportó un precioso cuaderno de viaje titulado India; y Darío Adanti, creador argentino, afincado hace años en España, donde ha colaborado con medios como El País, La Vanguardia o Público, además de El Jueves, que presentó el número 1 de un interesante ¿fanzine? titulado Los viernes peronistas, órgano de difusión del colectivo Los Jueves Peronistas.
El acto sirvió para hablar de tebeos, para reencontrarme con gente a la que hacía tiempo que no veía y para conocer, ¡por fín!, a uno de los autores extremeños más destacados del panorama actual, ilustrador habitual del diario El País, Enrique Flores, al que pese a los años que hace que le sigo la pista, no había tenido la oportunidad de saludar personalmente. Y ahí estaba él, con su inseparable libreta de apuntes, tomando nota de cuanto ocurría y prestándose gustoso a la conversación sobre algo que nos apasiona a ambos: la historieta, la ilustración y el humor gráfico. Fue la guinda a una deliciosa tarde de sábado.


martes, 1 de marzo de 2011

25 años de andadura profesional extremeña


Lo bueno de cumplir años y hacerse mayor es que empiezan a completarse ciclos temporales que se convierten en efemérides personales. Y este es mi caso en este momento.
Tal día como hoy, hace exactamente 25 años, el 1 de marzo de 1986, inicié mi andadura profesional en Extremadura, incorporándome al ayuntamiento de Navalmoral de la Mata, para crear su gabinete de prensa. Tuve entonces de alcalde a Javier Corominas, empeñado en modernizar las estructuras y funcionamiento de un municipio (el tercero de la provincia de Cáceres), cuya presencia y proyección mediática no era, ni de lejos, la que le correspondía económica y demográficamente. De aquellos años recuerdo mi papel de multicorresponsal para varios medios radiofónicos que acudían a mí ante la falta de presencia estable en la zona, o la avalancha informativa que padecimos tras el accidente nuclear de Chernobil, en abril de 1986, coincidente en el tiempo con un incidente en la cercana Central Nuclear de Almaraz.
Tras esta primera etapa extremeña, la profesión me ha llevado por distintos puntos de la región. En Cáceres primero estuve entre 1987 y 1989, como redactor jefe de El Periódico de Extremadura, compartiendo la aventura de su regionalización con Amador Rivera Pavón, entre otros. Años más tarde, entre 1993 y 1996, volví a la ciudad como director territorial de Radio Nacional de España en Extremadura, tomando el relevo de uno de mis maestros profesionales, Antonio Villalobos. En RNE previamente había estado como director de la emisora de Plasencia, entre 1989 y 1990, y de la de Badajoz, entre 1990 y 1993. Residiendo ya de forma permanente en la capital pacense, desde 1996 ha sido Mérida mi destino laboral. Primero unos meses en la consejería de Obras Públicas y Transportes. Después, desde 1997 y durante 7 años, en la Presidencia de la Junta de Extremadura, inicialmente como jefe del Gabinete de Prensa y posteriormente como director general de Relaciones Informativas e Institucionales. Aparte de la oportunidad y el aprendizaje que supuso trabajar junto a un político como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, los años en la administración autonómica extremeña me sirvieron para compartir tareas con personas que, más que compañeros, son amigos como Andrés Mateos, Federico Galán o Javier Castaño, que son un auténtico ejemplo profesional para todos, sin olvidarme de Marisol Pérez Domínguez, Antonio Ventura o Carlos Sánchez Polo.
Finalmente, desde 2004, sin dejar Mérida como centro laboral, mi trayectoria ha estado ligada a la empresa e-Cultura, derivando mi trabajo hacia otros ámbitos, como la comunicación cultural o la creación y gestión de marcas territorio. José María Lama, Félix Lozano, Nacho Escobar, Manuel Romero o Diego Espinosa, son sólo algunos de los nuevos amigos que he incorporado a mi vida extremeña en esta última etapa laboral.
Resumir 25 años de vida en unos pocos párrafos es imposible y además, como suele suceder, al final siempre te dejas nombres en el tintero. Por ello quiero acabar aprovechando para dar las gracias a todas y cada una de las personas con las que a lo largo de este tiempo he compartido mi tiempo y mi trabajo en Extremadura, pues sin ellas, sin sus aportaciones, sin su colaboración, sin sus indicaciones, sin sus críticas, no habría sido posible mi camino en esta tierra. Una comunidad, Extremadura, que en su día me acogió con sus brazos abiertos y en la que he decidido desarrollar mi vida profesional, renunciando conscientemente a las oportunidades que me han surgido para irme a otros lugares. ¡Gracias!