domingo, 10 de enero de 2010

La época del despilfarro, terminada para siempre

Lo que a primera vista podría pensarse que es el titular de cualquier medio de comunicación actual, corresponde, ni más ni menos, a una noticia del desaparecido El Noticiero Universal de Barcelona, fechada el 27 de febrero de 1980.
Esta curiosidad, que deja en evidencia la escasa capacidad que tenemos los humanos para aprender de nuestros errores, la encontré el otro día revisando papeles viejos en casa de mi madre, en Premià de Mar. La noticia se refiere al Foro Científico de Hamburgo, que se celebraba por aquellas fechas, en el que por primera vez autoridades políticas del Este y Oeste europeo, más Estados Unidos y Canadá, se reunían para escuchar la opinión de los científicos antes los inminentes retos de una humanidad que ya había vivido la primera de las grandes crisis energéticas de final de milenio. En su información se recogían unas declaraciones del físico, y por entonces presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el profesor Carlos Sánchez del Río, en las que decía que la época de la abundancia y del despilfarro ha terminado para siempre.
Entre los principales retos para la comunidad científica internacional se mencionaba la escasez generalizada de recursos, sobre la que Sánchez del Río decía que la escasez de energía es sólo el primer aviso. Hará falta aprovechar nuevas fuentes de energía, reciclar los recursos no renovables y evitar el gasto superfluo de cualquier clase de bienes. Es un programa mixto que requiere el esfuerzo de científicos y de políticos conjuntamente.

30 años después, tras la reciente experiencia fallida de Copenhage, parece más que evidente que se ha avanzado muy poco y que es bastante escaso lo que hemos aprendido.