jueves, 27 de diciembre de 2007

Crónica de una muerte anunciada

Subo al coche para regresar a casa tras la jornada laboral y al sintonizar la radio me sorprendo con la noticia del asesinato de la ex-primer ministra de Pakistán, Benazir Bhutto. Su inesperada muerte (que no imprevisible) viene a añadir más leña al fuego a uno de los puntos más convulsos de nuestro agitado Mundo. He señalado antes la no imprevisibilidad de su muerte porque, y es literalmente cierto, hace unos meses, cuando se conoció la noticia de su regreso a Pakistán, lo primero que pensé es en las altísimas probabilidades que tenía de ser víctima de un atentado. Desgraciadamente mi intuición no falló en esta ocasión. Su trágico final me recuerda mucho al de otro líder político de la zona, el ex-primer ministro de la India, Rajiv Ghandi. Ambos han compartido la pertenencia a familias de gran protagonismo político en la vida de sus respectivos países, que fueron diezmadas por asesinatos de todo tipo. Ahora, con la muerte de Benazir se incorporan nuevos elementos de incertidumbre en la situación política y social de una zona que desde años es uno de los principales goznes de la geoestrategia mundial y terreno de batalla entre cosmovisiones e intereses económicos contrapuestos. Y como suele ocurrir en estos casos de magnicidio, lo más seguro es que nunca lleguemos a saber los oscuros intereses que se esconden detrás de esta muerte. No se consiguió en Estados Unidos con los Kennedy y para poco factible que se logre en Pakistán.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Redescubriendo el noveno arte

Vaya por adelantado mi satisfacción por el creciente interés que desde los más variados ámbitos comunicativos se siente por la historieta. Cada vez abundan más las referencias a obras y autores, clásicos o noveles, en los grandes medios de información. Así, que yo recuerde, en las últimas fechas han ocupado lugares destacados, tanto en prensa nacional, como en radio y televisión, el 40 aniversario de Corto Maltés, el 50 de Mortadelo y Filemón, la nueva obra del gran Carlos Giménez, la primera edición del Premio Nacional de Cómic que ha reconocido la trayectoria profesional de Max, la exposición sobre Tintín a partir del fondo reunido por Jordi Tardá, o la trayectoria de Carlos Pacheco como dibujante de algunas de las series de superhéroes más importantes del momento.
Ya era hora que se empezara a reconocer de una forma más o menos habitual la importancia de lo que algunos han llegado a denominar como el Noveno Arte. Ahora bien, también sería conveniente que no pareciese que ahora se está descubriendo la sopa de ajo. Hace ya varias décadas, los que ya tenemos una cierta edad podemos hablar en estos términos, que algunos ya sabíamos del interés, valor e importancia de las historietas, de los tebeos (que cada cual elija la denominación que más le guste, salvo la de cómics, a ser posible). Algunos ya disfrutábamos de sus contenidos, que no sólo nos divertían, como quieren hacernos creer unos cuantos, sino que nos hacían pensar y reflexionar sobre la vida y la condición humana, nos acompañaban en las luchas políticas y en las reivindicaciones sociales, nos invitaban a la ruptura de los cánones estéticos y artísticos, etc.
En fín, esperemos que no sea una moda pasajera al hilo de unos cuantos aniversarios, de algunos certámenes de relumbrón, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.
Y si vuelve a pasar, pues nada, aquí seguiremos los de siempre, fieles a una forma de expresión que, guste o no guste, se conozca o no se conozca, ha realizado algunas de las contribuciones más importantes al imaginario colectivo mundial del siglo XX: Snoopy, Asterix, Mafalda, Supermán, Spiderman, el Gato Fritz, el Príncipe Valiente, Flash Gordon, etc; por citar sólo algunos.

martes, 11 de diciembre de 2007

Pavilhao Chinês de Lisboa

El pasado fin de semana, como cierre del puente de la Constitución, nos acercamos a Lisboa y comprobamos, una vez más, el encanto de la capital portuguesa.
A pesar de celebrarse durante esos días la segunda cumbre Europa-África, con el continuo tránsito de las comitivas oficiales de los 80 países allí reunidos, nosotros pudimos pasear apaciblemente por las calles lisboetas descubriendo, como suele ocurrir a menudo cuando te sales de los caminos trillados, nuevos lugares que hasta ahora desconocíamos.
Uno de ellos fue la Estufa Fria, el popular jardín que se encuentra en el Parque de Eduardo VII, al final de la Avenida da Liberdade. Pese a que hace ya 20 años que visité por primera vez Lisboa, es un espacio al que nunca me había acercado, más atraído por el bullicio de la Baixa, del Bairro Alto, el Chiado o la popular Alfama.
Esta vez sí, nos decidimos, y reconozco que fue una visita que valió la pena.
Pero sin lugar a dudas, la estrella del fin de semana fue un local del que nos habló mi buen amigo Antonio Martín, un zafrense afincado en Badajoz, enamorado de Portugal y de Lisboa.
Siguiendo sus indicaciones optamos por acercarnos al Bairro Alto por el lado contrario al que habitualmente lo hacemos. En esta ocasión fuimos deambulando por calles interiores desde la zona del Marqués de Pombal, para siguiendo la Rua de la Politécnica, llegar a la de Pedro V y allí, en el número 89, nos encontramos con el objeto de nuestra curiosidad: un curioso pub que lleva por nombre Pavilhao Chinês.
Se trata de una antigua mercería de principios del siglo XX, que ha mantenido toda su estructura de estanterías y estucos, que hoy en día están ocupadas por miles de piezas de colección de su actual propietario. Desde soldaditos de plomo, a trenes a escala, pasando por figuritas de barro, cascos militares, carteles de cine, pipas, jarras de cervezas, cubiertos y un largo etcétera. Resulta un lugar distinto, con varias salas que se suceden, con un par de mesas de billar en las más interiores; buena música y ambiente relajado y cosmopolita para poder charlar, tomar una buena infusión de té de una amplia carta (reminiscencia de su época de comercio en la que también se vendían infusiones y especias) o un combinado.

Un lugar por el que vale la pena dejarse caer de tanto en tanto y que ratifica la teoría de que basta con cambiar de acera o dejar de mirar al suelo, para descubrir cada día una nueva perspectiva de un lugar, de una ciudad. En este caso de Lisboa.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Rafael Vallbona, ganador del premio “Néstor Luján” de novela histórica

Con unos días de retraso, la noticia se hizo pública el pasado lunes 19 de noviembre, traigo a este espacio la última novedad sobre Rafael Vallbona, mi amigo de toda la vida, del que ya he hablado en múltiples ocasiones. Su actualidad más rabiosa, tras haber vuelto de una pequeña excursión en Harley-Davidson por la ruta 66 de Estados Unidos, y haber estado en Italia hablando de literatura viajera, ha sido el premio “Néstor Luján” de novela histórica, cuya undécima edición ha ganado Rafa con la obra titulada Forasters.
Según la editorial que convoca el premio, Columna Ediciones, se trata de un thriller histórico que transcurre en la Barcelona de entreguerras y en el que conviven el amor, la venganza y las traiciones.
La obra, publicada originalmente en catalán y que en fechas próximas también aparecerá en castellano, relata una historia que empieza en Barcelona, en 1915, y termina en la Cerdanya (Girona), en 1943, en la que aparecen espías alemanes durante la primera guerra mundial, gángsters, obreros de la CNT, oficiales nazis y resistentes franceses, entre muchos otros.
Con esta obra Rafa sigue de algún modo el camino y las indagaciones que ya puso en juego con otra de sus obras galardonadas, La Comuna de Puigcerdà, Premio Joaquim Amat-Piniella 2000, cuya acción también se desarrollaba en la zona de la Cerdanya, durante el período de la Guerra Civil en el que Puigcerdà estuvo bajo el poder anarquista de la CNT-FAI.
Curioso por naturaleza, observador de los pequeños detalles, narrador directo en virtud de una experiencia periodística que trasluce en sus obras, Rafa es, en mi modesta opinión, un autor que va creciendo con el paso de los años; que no se estanca en unos temas específicos, sino que se atreve a experimentar con nuevos registros y además logra salir airoso del reto.
¡Espero con avidez la lectura de este Forasters!

lunes, 19 de noviembre de 2007

Maus, el antifascismo y la no violencia

Me pilla toda la polémica de estos días en relación a la conmemoración del 20-N, el envalentonamiento de las organizaciones y grupúsculos fascistas, el asesinato del joven Carlos Javier Palomino en Madrid, etc., en plena relectura de una de las obras más impactantes e impresionantes de cuantas se han realizado en torno al auge del nazismo y la política sistemática de exterminio que Hitler aplicó, entre otros, contra los judios: la novela gráfica Maus.
Después de haber leído fraccionadamente la magnífica obra en la que Art Spiegelman narra la peripecia vital de su padre, un judío polaco superviviente de los campos de exterminio nazis, ahora disfruto de la posibilidad de enfrentarme de nuevo a este complejo e innovador trabajo gracias a la nueva publicación que ha hecho recientemente Random House Mondadori, con voluntad de ser ya la edición definitiva de la misma.
Mucho se puede hablar de esta obra que ha sido la primera y única historieta galardonada, concretamente en 1992, con el Premio Pulitzer. Pero, aunque pueda sonar a poco original, creo que la mejor síntesis de la misma es la realizada por Umberto Eco: Lo cierto es que Maus es un libro que no se puede dejar de leer, ni siquiera para ir a dormir. Cuando dos de los ratones hablan de amor, te conmueven, cuando sufren, lloras. Poco a poco, a través de este pequeño cuento que incluye sufrimiento, humor y superar las pruebas de la vida cotidiana, quedas cautivado por el lenguaje de esta vieja familia del Este de Europa y atrapado por su ritmo gradual e hipnótico. Cuando terminas Maus te da pena haber abandonado este mundo mágico (suspiras por la secuela que te hará regresar...
Maus es una magnífica reflexión sobre los propios límites de la condición humana y sobre los errores que jamás deberíamos volver a cometer.
Uno de ellos es el no haber sabido atajar a tiempo el crecimiento del nazismo y el fascismo.
Por desgracia el hombre es uno de los pocos animales que tropieza una, dos y más veces con la misma piedra. Y a la vista de lo que está ocurriendo de unos años para aquí parece no haber aprendido casi nada.
Lo malo es que algunos que se denominan antifascistas recurren a sus mismos métodos intolerantes y violentos para expresar su repudio a aquellos y por ahí pierden toda fuerza y razón.
La violencia nunca debería ser argumento para la defensa de unas ideas, pues lo único que hace es retroalimentar la espiral de agravios y enfrentamientos.
Así lo he creído siempre.

lunes, 12 de noviembre de 2007

El dia que el Extremadura se paso al verde

El próximo miércoles, día 14 de noviembre, se cumplen exactamente 20 años desde que el periódico Extremadura, en pleno proceso de consolidación como medio de comunicación de ámbito regional, protagonizó uno de los cambios más sustanciales y que, con el devenir de los años, se ha convertido en uno de sus principales elementos de identificación y reconocimiento: la incorporación del color verde a su cabecera y a su portada. No fue ese el único cambio que se introdujo, ya que de hecho se hizo una remodelación total del aspecto del diario, con la incorporación del sistema de maquetación modular. También, tal y como de indicaba en el editorial dedicado a la nueva etapa que se abría en el extremadura, se inauguraba la sección de opinión, con la intención de convertirla en el foro de debate que nuestra región necesita.
En esta entrada de Trazo de Tinta se puede ver reproducida en parte la portada (el scanner de casa no da para más) de aquél primer número del renovado Extremadura.
Ese 14 de noviembre de 1987, en la sección de Opinión, aparecía un artículo del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, cuyo título, con la perspectiva que dan los años, no podía ser más premonitorio: Apostar por los jóvenes. Hablaba en dicho artículo de la aportación que los jóvenes podían hacer para el futuro de la región y afirmaba que los responsables del Gobierno regional esperamos, nada más y nada menos, que ilusionar a los jóvenes extremeños en un proyecto de sociedad de cara al futuro. Conseguir que se cree una nueva generación emprendedora ...
Me cabe la satisfacción de haber participado como redactor jefe de coordinación en aquél ilusionante proyecto periodístico, en el que Javier Berrocal aportó sus conocimientos para el rediseño de la cabecera y de la portada. Junto a él muchos compañeros que pusieron su esfuerzo y que hoy, tras 20 años, han seguido trayectofrias de todo tipo. Como director general de la editora y principal impulsor de la transformación del diario estaba mi buen amigo Amador Rivera Pavón, hoy ya prejubilado en RTVE. Como director estaba Félix Pinero, del que tras varios años sin saber de él, volví a reencontrármelo hasta hace unos meses como asesor en temas de comunicación del anterior consejero de Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura.
Como redactores jefe, me acompañaban el actual director del periódico, Antonio Tinoco, encargado de la información regional; y el desaparecido José María Parra, responsable de la información local de Cáceres.
Y junto a ellos otros muchos nombres, como Manuela Martín, como responsable de las páginas de opinión; Manuel Sánchez, actual encargado de la información política del PSOE en el diario El Mundo; Máximo Durán, periodista del Gabinete de Prensa de la Junta de Extremadura y presidente de la Asociación de la Prensa de Mérida; Emilio Timón, compañero en el Centro Territorial de TVE en Extremadura; o José Luis Guerra, sempiterno integrante e hilo conductor de las últimas décadas de historia del diario, en el que ha ido recorriendo todos los puestos y secciones.
Todos ellos y muchos más, que están en mi pensamiento, pero que sería prolijo enumerar, con el riesgo de dejarme a alguien, vivimos con emoción el momento en el que desde las viejas rotativas de Aldea Moret empezaron a salir los ejemplares con la cabecera en verde. Y de allí a la Madrila para celebrar la nueva imagen del Extremadura.
De eso han pasado 20 años, como dijo Serrat.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Bucarest, punto y final

Después de una semana de viaje en la que hemos tenido menos tiempo para el ocio del esperado, estamos a punto de abandonar el hotel con destino al aeropuerto de Bucarest.
Ha sido una semana intensa de trabajo, que nos ha permitido acercarnos bastante más a la realidad de dos países como Bulgaria y Rumania que acaban de incorporarse a la Unión Europea.
Como persona que suele trabajar con la percepción de los territorios, lo primero que debo hacer es estar dispuesto a cambiar mis percepciones. Y debo decir que estos días me han permitido cambiar mucho la imagen que tenía de estos dos países. Y, en el caso de Bucarest en particular, descubrir una gran ciudad europea que en muchos de sus espacios recuerda a lugares como Budapest, Praga e incluso la propia París. No en vano en el siglo XIX fue conocida como la Pequeña París.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Sofia 17 años después

Corría el verano de 1990, habían pasado pocos meses desde la caída del Muro de Berlín, y Sofia, la capital de Bulgaria, se convirtió en el punto de partida de un inolvidable viaje que durante 15 días nos llevó a cruzar Europa, atravesando buena parte de los países del Este.
Aquella era una Sofia recién impactada por el shock que supuso el fin de la hegemonía soviética, inmersa en una crisis social y de identidad que se palpaba a cada paso.
Hoy, 17 años después, motivos laborales me vuelven a traer a esta ciudad, capital de un país que acaba de incorporarse en enero como miembro de pleno derecho de la Unión Europea. Y aunque todavía no he podido entrar en contacto con ella, los indicios de que las cosas han cambiado, ¡y mucho!, son más que evidentes.
Si en 1990 el mayor ejemplo de contradicción era el hotel Sheraton con los Porsche estacionados a su puerta, hoy lo puede representar un país con un salario medio de 100 €, en el que el precio de la vivienda en la capital se ha cuadriplicado en apenas dos años, y en el que británicos, estadounidenses y españoles estamos empeñados en reeditar modelos desarrollistas basados en el ladrillo, que han dejado nuestras costas hechas una auténtica piltrafa.
Un claro ejemplo de esto es que en la revista de la Bulgaria Airlines, la compañía de bandera en la que hemos volado esta mañana desde Madrid, la inmensa mayoría de los anuncios y buena parte de los reportajes giraban alrededor de proyectos inmobiliarios, campos de golf, spas, resorts, etc., tanto en las magníficas playas del Mar Negro búlgaro, tomando la ciudad de Varna como epicentro; como en los dominios esquiables de las montañas que rodean la capital.
Una importante concesión a la cultura es la cada vez más importante reivindicación del legado tracio, como elemento identitario del país a partir de los espectaculares descubrimientos arqueológicos que se vienen realizando desde el año 2002.
Por lo demás, después de un vuelo sin problemas, pero en el que por algunos momentos el avión parecía el camarote de los Hermanos Marx, hemos podido apreciar la espectacular cultura quesera de Bulgaria, así como el avance de su industria enológica, con producciones más que aceptables, a partir de cepas como la Cabernet-Sauvignon y la Merlot, entre otras.
Y un dato para un país tan refractario a la variedad idiomática como España, es el castellano absolutamente perfecto y con una riqueza de vocabulario que para sí quisieran muchísimos de los españoles, con el que nos han obsequiado las consultoras que nos van a acompañar durante los distintos encuentros profesionales que vamos a mantener en Sofia.
Ahora sólo falta disponer de un mínimo tiempo de asueto para redescubrir espacios como el de la Catedral Alexander Nevski, punto cero desde el que se miden todas las distancias kilométricas en Bulgaria.

domingo, 28 de octubre de 2007

El obsceno maridaje entre ladrillo y política

No es que uno se vaya a sorprender a estas alturas de la película. Son bien conocidos los múltiples casos de corrupción, política y empresarial, relacionados con el mundo de la construcción y la promoción inmobiliaria. Marbella es, en nuestro país, el caso más emblemático, pero son muchos más los que se conocen, y por millares los que forman parte del saber general, aunque no hayan saltado mediática o judicialmente a la luz pública. De otra forma no se puede comprender el expolio brutal del patrimonio costero y natural que hemos sufrido durante las últimas décadas.
Pero no por sabido deja de impresionarte cuando te topas de narices, durante toda una semana, con la relación entre ladrillo y política. Y no es tanto por lo que hayas visto, como por lo que se intuye.
Viene esto a cuento porque durante mi estancia en Lleida, con motivo de la Feria Municipalia, anunciada como de equipamientos y servicios a las administraciones municipales, nuestro pequeño stand estaba justo enfrente de uno de los mayores stands del certamen, perteneciente a una empresa constructora que, además, ofrecía servicios como los de limpieza viaria, clausura de vertederos, recogida de basuras, etc.
El trajín en ese stand ha sido incesante. Risas y apretones de manos; gente guapa y engominada a todas horas, con triunfita incluida el primer día como invitada estelar; comitivas enteras de autoridades gobernantes y de políticos con aspiración a ser califas en lugar del califa. El lema parecía ser que no falte de ná, y así siempre había una oportuna bandejita de dulces para acompañar el café matinal; sus platitos de queso, jamón y trozos de coca de recapte para agasajar a los visitantes selectos que se acercaban a la hora del aperitivo y, como no, menudeaban los taponazos de cava (cosa que por cierto le sienta muy mal a esta magnífica bebida) al abrir las botellas con las que después colmar las copas para brindar por el futuro de unas buenas relaciones y unos buenos resultados económicos.
¿Había algo malo en todo ello?. En principio no, pero algo atufaba a raro en aquél decorado de cartón piedra.

jueves, 25 de octubre de 2007

Cargols a la llauna en Lleida para concluir otra semana viajera

El ritmo viajero en el que me he sumido en las últimas semanas parece que no termina. Tras el último comentario que me situaba en Madrid en el puente del Pilar; mis pasos me han llevado a Sevilla, por cuestiones laborales; a la Sierra de Gata, durante el pasado fin de semana; y durante toda esta semana en Lleida, la capital de la Terra Ferma, la capital agrícola catalana y sede, cada dos años, de la principal feria de servicios a las administraciones municipales de cuantas se hacen en España: Municipalia.
En compañía de Rafa de Ramón, compañero de la empresa en la sede de Madrid, nos ha tocado defender el pabellón de e-Cultura durante toda la semana.
Desde el lunes por la tarde estamos aquí y hasta mañana a primera hora de la tarde no iniciaré el camino de vuelta.
Los días han sido cansados, pues cansado es el trabajo de feria, con jornada ininterrumpida desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde, sin apenas tiempo para sentarte, gastando mucha saliva en explicar el trabajo que realizas, en qué puedes serle útil a un ayuntamiento, a una diputación, a un consejo comarcal, a una empresa, etc; dando vueltas por los pabellones viendo que proveedores tienen materiales que nos pueden servir para futuros proyectos; y todo casi sin tiempo para comer.
Por ello, esta noche, la última de estancia en Lleida, he decidido en darme un pequeño homenaje gastronómico, degustando el plato típico por excelencia: cargols a la llauna (caracoles hechos en una bandeja de lata, con ajo, perejil, algo de pan rallado y metidos al horno). Esto, acompañado por un poco de all i oli y una escalibada, ha sido un auténtico bálsamo para el cansancio mental, físico y espiritual que uno siente cuando está en una cosa de estas.
En fín, que en cualquier caso ha valido la pena, porque el trabajo realizado ha cumplido con creces las expectativas con las que venía.
Y mañana, carretera y manta para casita, que ya tengo ganas de llegar a Badajoz y de abrazar a Lourdes, mi mujer, y a Silvia, mi hija, con la que, por cierto, por primera vez no pude estar con ella el día de su cumpleaños. ¡Y bien que lo sentí!.

sábado, 13 de octubre de 2007

Puentes y etruscos


El regreso de las vacaciones estivales, sobre todo si han sido buenas, suele ser traumático en muchas ocasiones. Por fortuna la naturaleza es sabia o como otros suelen decir "Dios aprieta, pero no ahoga". El caso es que esos cuatro eternos meses que abarcan desde el 31 de agosto al 31 de diciembre, están convenientemente salpicados de esos agradables períodos de asueto que hemos bautizado como "puentes", en honor a esas obras de ingenería que nos permiten salvar, entre otras cosas, los cursos fluviales. Así este año 2007 tenemos el "puentecito" del Pilar, el puente del 1 de noviembre o de "los Santos" y en diciembre el de la Constitución que en sitios como en Mérida, al coincidir con Santa Eulalia, se convierte en "acueducto". Y así, en un plis plas, se nos han pasado las penas post-estivales y nos hemos plantado en las alegrías finianuales.
¿Y para que sirven nuestros puentes?. En mi caso para una de las cosas a las que estoy más dedicado en los últimos tiempos: viajar. En esta ocasión el destino ha sido Madrid. Hemos ido a visitar a Goyo y su familia, de los que ya he hablado en alguna ocasión en este espacio. Les gusta que vengamos a verles porque como dice Nines, su mujer, "les sacamos de museos". Y esta vez no ha sido menos. El destino en esta ocasión ha sido el Museo Arqueológico, en el que durante estos días está instalada una exposición temporal sobre los Etruscos.
Debo decir que las piezas que se muestran son bastante interesantes, aunque quizás se quedan un poco escasas después de haber visto las que se exponen en el Museo del Louvre y en la localidad de San Gimigniano, en la Toscana italiana, territorio etrusco por excelencia.
Al margen de ello algunos fallos de organización, que hacen que las colas se eternicen y lleguen a durar dos horas con apenas unos pocos centenares de visitantes, y una escasa contextualización de algunos elementos de la exposición, como el ámbito geográfico o la tipología de los enterramientos, escasamente explicados y de difícil comprensión para los no expertos; hacen que la visita no resulte todo lo atractiva que podría ser.
Lo mejor, como de costumbre, la oportunidad de pasar un buen rato en compañía de unos buenos amigos, disfrutando de un soleado día de otoño.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Edimburgo y la teoría del pañuelo sucio


Mi viaje del pasado fin de semana a Edimburgo para ver el Escocia-Nueva Zelanda del Mundial de Rugby me ha servido, entre otras cosas, para ratificarme una vez más en la vigencia de una de mis teorías favoritas, a la que en alguna ocasión ya he recurrido en este blog: el Mundo es un pañuelo, sucio, pero un pañuelo.
Los dos ejemplos que voy a describir la ejemplifican perfectamente.
1.- En el hotel en el que me alojo me encuentro con cuatro pacenses, veteranos jugadores de rugby, que siguen reuniéndose para celebrar competiciones con rivales de Cáceres, de Andalucía, de varios lugares de Portugal, etc. Sus nombres son Rafael, Elías, Marco y Jose. En el estadio de Murrayfield ocupan una filas más atrás de mi localidad, en la zona sur del campo. Una vez finalizado el partido, salimos juntos y quedamos en acercarnos a uno de los pubs cercanos. Mientras vamos andando hablo con Rafael de nuestras ocupaciones profesionales y en ese momento, una vez que le explico, sin mencionar el nombre de la empresa en la que trabajo, el tipo de ocupación que tengo y lo que solemos hacer, me comenta que hace un tiempo a él le entrevistaron en una empresa similar para ver si se incorporaba a la misma. Le pregunto el nombre de la empresa y me dice que se trataba de e-Cultura. ¡Atiza!. Nos quedamos los dos de pasta de boniato cuando le comento que ahí es dónde estoy trabajando ahora mismo.
2.- Domingo 23 de septiembre alrededor del mediodía. Voy paseando por la denominada Milla Dorada de Edimburgo, que transcurre entre el Palacio de Hollyrod y el Castillo que domina toda la ciudad. Entro en uno de los muchos pubs, abarrotados a esas horas de seguidores de Escocia y Nueva Zelanda. Me pido media pinta de Velvet y mientras me la tomo observo en una esquina de la barra a un grupo hablando en castellano, que parecen tener algún problema para conseguir que el camarero entienda su demanda de un botellín de cerveza. Les comento que en Escocia lo de los botellines es un poco complicado. Nos saludamos, preguntamos por nuestros respectivos lugares de procedencia y, ¡nueva sorpresa!. Él es de Cáceres y su mujer de Badajoz. Él es el ex-presidente de la Federación Extremeña de Rugby y aprovecha para enseñarme, lleno de orgullo, la fotografía que se acaban de hacer con una de las figuras actuales de Nueva Zelanda, Joe Rokocoko, al que se acaban de encontrar nada más bajarse del coche.

Si estos ejemplos no ilustran la teoría del pañuelo, que venga Pazuzu y lo vea.

domingo, 23 de septiembre de 2007

El rugby es otro mundo

Lo prometido es deuda. Son las 22.50, hora escocesa, y estoy al teclado para dar cuenta de algunas de las sensaciones que he vivido esta tarde en Murrayfield, antes, durante y al finalizar el partido de la Copa del Mundo de Rugby entre Escocia y Nueva Zelanda.
Lo primero que tengo que decir es que esto es otra cosa. Para empezar, la gente acude al campo de fiesta, como si fuera de pic-nic. Los taludes de césped que rodean Murrayfield son utilizados por la gente para sentarse y tomarse su bocata y su cerveza antes de entrar a ver el partido. Todo muy tranquilo, sin broncas, sin imprecaciones al rival, ni nada por el estilo. Vamos, que esto es una fiesta. Y como tal sigue una vez acabado, aunque como en el caso de hoy los locales, Escocia, hayan sido apabullados por los visitantes, Nueva Zelanda, por un resultado que no merece mayores comentarios: 0-40. En otros deportes, como el fútbol, esto puede suponer enfrentamientos con el propio equipo, con la directiva, con los aficionados del equipo contrario, etc. En el rugby la gente va a disfrutar del espectáculo. ¡Claro que prefieren que ganen los suyos!. Pero si eso no ocurre, gozan de lo que están viendo en el campo y, una vez acabado, todos para el pub de turno a beberse unas cuantas pintas y comentar con los rivales cómo ha ido la cosa, etc. Otro hecho muy curioso es la cantidad de españoles que han venido a Edimburgo a ver el partido, algo realmente sorprendente porque la selección española no jugaba. Pacenses, cacereños, sevillanos, madrileños, asturianos, catalanes, aragoneses, etc., forman la larga lista de paisanos que hemos coincidido en Edimburgo; para ver este espectáculo y, supongo que la mayoríaa, para ver aunque sea por una vez en directo a los All Blacks, aunque hoy iban de gris.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Mundial de Rugby en Edimburgo

Sábado (disculpas por la falta de acentos, pero el teclado británico con el que estoy trabajando no los incluye) 22 de septiembre de 2007. Estoy en Edimburgo para asistir mañana domingo (disculpas de nuevo, no hay la enye -lo pongo de este modo para que se me entienda-) al partido del Mundial de Rugby entre Escocia y Nueva Zelanda en uno de los escenarios míticos de este deporte: Murrayfield.
Todos tenemos aficiones que a los que nos conocen les pueden parecer sorprendentes. Una de las mías es la afición al rugby desde que a finales de la decada de los sesenta empezaron a dar los partidos del 5 Naciones por el antiguo UHF. Era la epoca en la que Gales, de la mano de mitos como J.J.Williams o Gareth Edarwds enlazaba consecutivamente los Grand Slam.
Ha llovido mucho desde entonces pero todos los años he visto, como mínimo, un partido del torneo.
Y ahora, aprovechando que el mundial se celebra en Francia con subsedes en Cardiff y Edimburgo, he aprovechado para asistir en directo al partido de los mejores jugadores del mundo, los All Blaks neozelandeses, grandes favoritos para ganar el torneo, aunque después lo pierdan como ha sucedido otras veces.
Por cierto, la mayoría de los viajeros del vuelo que hoy nos ha traído de Barcelona a la capital de Escocia eran aficionados que vienen a ver el partido. Y en el hotel que estoy, la recepcionista onubense que me ha atendido al llegar me ha dicho que tambien tienen alojada a gente de Badajoz y de Sevilla.
Mañana espero por la noche poder contar las sensaciones y emociones vividas en lo que deseo sea una jornada muy especial y a la vuelta, con teclado castellano, ya corregiré las faltas.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

La papelera

Hace ya tiempo que algún avezado responsable municipal del Ayuntamiento de Badajoz decidió que en la calle en la que vivo iría bien poner papeleras. Dicho y hecho y así, de un día para otro, apareció una flamante papelera verde justo delante de la puerta de mi casa.
Una papelera dispuesta a ser usada como recipiente de alguna de las mil y una inmundicias que en nuestra actual sociedad de consumo desenfrenado somos capaces de generar. No sólo dispuesta, sino que nos interpela directamente con la leyenda utilíceme, inscrita a pie de icono, como no podía ser de otra forma, por el Excelentísimo Ayuntamiento de Badajoz.
Hasta ahí todo casi perfecto. No seré yo quien se queje de las papeleras ante tanto incívico que prefiere limpiar el cenicero del coche en el bordillo de la acera, por poner sólo un ejemplo.
¡Pero ...!, por algún lado tenía que estar el truco y resulta que una vez puesta la papelera, ¡tararí que te ví ...! por aquí no pasa nadie a vaciarlas. Creo recordar que en la anterior legislatura, algún vecino se encontró con un edil del equipo de gobierno de entonces, del PP, como ahora, y le dijo que no disponían de personal para atender la recogida. Por lo visto la mayor parte del personal lo tienen dedicado a poner pensamientos y otras flores para embellecer las múltiples rotondas y paseos del centro de la ciudad, porque lo de las barriadas es otra cosa.
Por lo tanto no me queda otro remedio que cuando la papelera está llenita a rebosar, como en la foto que acompaña este comentario, descolgar la papelera y llevarla yo mismo hasta el contenedor más próximo para vaciar su contenido.
Y la verdad es que ¡me toca bastante las narices!.
Dicen algunas lenguas del barrio que recuerdan haber visto alguna vez a operarios de la limpieza por nuestra calle, pero mucho me temo que sea una de tantas leyendas urbanas que circulan por ahí, llenando de confusión a personas crédulas.
Yo mientras tanto, y por si acaso, o más bien, por si la basura, seguiré vaciándola de tanto en tanto; aunque no se si podré argumentarlo como motivo de rebaja fiscal de mis tributos municipales.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Quino, premio Extremadura a la Creación Artística 2007

Joaquín Salvador Lavado, el humorista gráfico conocido mundialmente por su nombre artístico, Quino, recibirá la semana que viene en Cáceres el premio “Extremadura a la Creación 2007” en el apartado correspondiente a la “Mejor Trayectoria Artística de Autor Iberoamericano”. El galardón lo recibirá el jueves, 6 de septiembre, en el Museo Casa Pedrilla- Museo Guayasamín, en el acto que tradicionalmente constituye la antesala de la celebración institucional del Día de Extremadura.
Desde mi punto de vista se trata de una gran noticia, porque supone un reconocimiento a un autor que realmente ha trascendido con su obra más allá del ámbito estricto de su actividad, hasta el punto que una de sus creaciones, Mafalda, se ha convertido en uno de los grandes iconos que forman parte del imaginario colectivo mundial de los últimos treinta años.
He tenido la oportunidad de entrevistas un par de veces con Quino y siempre me ha parecido una persona sumamente consciente de la realidad del tiempo que le ha tocado vivir, cosa que ha plasmado de forma clarividente en toda su producción gráfica.
De aquél joven dibujante que en noviembre de 1954 publicó su primera página en la revista Esto Es, hasta el veterano creador que a sus 75 años recogerá el premio el jueves en Cáceres, hay una larga trayectoria que no se reduce a la popular Mafalda y su pandilla, y en la que siempre ha estado presente su maestría con el lápiz y la plumilla; además de una gran preocupación por los temas sociales y por reflejar las grandes contradicciones del mundo en el que nos ha tocado vivir.
En una de las entrevistas que le hice para el programa Te veo, tebeo de RNE en Extremadura, Quino me explicaba desde su domicilio de Milán que ahora dibujo un poco mejor. Me he complicado más en el dibujo, aunque por ello he perdido cierta frescura. Aquello era más divertido que lo que hago ahora. La edad te va haciendo más profundamente crítico.
Quino, hombre muy preocupado por la libertad y por la situación de los más débiles, se muestra muy escéptico ante el devenir de nuestro planeta, habiendo reconocido que se le hiela la sangre ante conflictos como los de Irak, la antigua Yugoslavia o la división entre el mundo árabe y el occidental.
Los títulos de las recopilaciones de los chistes que lleva publicando desde hace décadas en diarios y revistas de todo el mundo dejan bien a las claras buen parte de las opiniones que Quino tiene: Potentes, prepotentes e impotentes; A mí no me grite; Déjenme inventar; ¡Qué presente impresentable!, etc.
En fin, un merecido premio que reconoce en lo personal a Quino, y en lo colectivo a la historieta y el humor gráfico como una de las formas de expresión artísticas en las que el ámbito iberoamericano ha alcanzado algunas de sus mayores cotas de calidad.
Y por último, y aunque no esté bien echarse flores a uno mismo, decir que aunque de una forma muy pequeña, algo ha tenido que ver quien suscribe estas líneas con el hecho de que el premio “Extremadura a la Creación” haya tenido en cuenta la opción de Quino.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Reapertura tras las vacaciones


Queridos amigos y amigas, tras unas vacaciones estupendas que me han llevado a Menorca e Irlanda, retomo este espacio de reflexión y contacto que se llama Trazo de tinta. En este período que, junto al navideño, es propenso a los fascículos, las colecciones y los deseos de enmienda (estudiar, hacer más ejercicio, dedicar más tiempo a las cosas que a uno le gustan, aprender inglés, etc.), espero poder ser más regular en la incorporación de comentarios y opiniones a este blog.
De momento, como aportación inicial, debo reiterar la sorprendente capacidad que tiene la blogosfera para recuperar y entretejer de nuevo antiguas relaciones.
A raíz del comentario que publiqué con motivo del fallecimiento del que fuera alcalde de Premià de Mar, Josep María Molina, han sido varias las personas de mi pueblo que han entrado en contacto conmigo. Algunos eran desconocidos para mí. Otras como la ex – alcaldesa, María Jesús Fanego; o Montserrat Gisbert, fueron compañeras de fatigas, ilusiones y desazones en aquél primer ayuntamiento de progreso presidido por Molina.
Fruto de ese comentario también he tenido la oportunidad de conocer a una joven pareja premianense formada por Víctor Sarabia y Miriam Soms. Ambos participan del proyecto de una pequeña productora, La Caja Negra, con la que, entre otras cosas, han hecho una recopilación de imágenes históricas de Premià de Mar, algunas de ellas remontándose a 1918, sino no recuerdo mal.
Me une con ellos el interés común por el mundo de la historieta y, más en concreto, por Joaquín Blázquez, dibujante que vivió en nuestro pueblo y que a principios de los 80 saltó a la palestra mediática por el conflicto que estableció con Steven Spielberg, al considerar que el famosísimo E.T. era un plagio de un personaje, Melvin, que él había creado años antes para los cómics de terror de Warren.
Víctor y Miriam llevan desde principios de agosto recorriendo Extremadura de norte a sur y ayer tuvimos la oportunidad de vernos en Mérida, antes de su visita al extraordinario Teatro Romano de la capital extremeña.
Allí me explicaron con detalles el trabajo que están realizando para elaborar un audiovisual sobre Blázquez y aprovecharon para trasladarme saludos de viejos amigos de Premià, como Martí Roselló, Xavi Traid o la propia María Jesús Fanego.
Fue un agradable rato de conversación que prometimos continuar en mi próxima visita a Premià a mediados de septiembre, aprovechando el hecho de que he encontrado algunos materiales sobre Blázquez que pueden resultarles de interés.

domingo, 8 de julio de 2007

La última partida, de Didier Comés

1944, la batalla de las Ardenas, el último y desesperado intento de la Alemania nazi para dar la vuelta al signo de una guerra que ya tenía en franca desventaja, una posición de avanzadilla de las tropas estadounidenses en la que se mezclan veteranos provenientes de otros frentes con novatos que se miden desigualmente a los restos de las tropas de élite hitlerianas.
Este es el marco en el que se desarrolla La última partida, publicada por Norma Editorial, y que supone el regreso de uno de los autores más peculiares del ámbito tebeístico europeo: Didier Comés.
Y como es norma en él, tan adicto a mezclar realidad con fantasía, en ese campo de batalla en el que los seres humanos se enfrentan a sus más profundos miedos, en el que la angustia y la tensión se agolpa como un vómito, Comés incorpora a esos seres evanescentes, fantasmales, que como pepitos grillos de la humanidad, ponen el contrapunto irónico, mordaz y escatológico a la crueldad y dramatismo de las situaciones.
En este caso tenemos la casaca, pantalones y gorra de un soldado de la guerra del 14 (es lo único que encontraron de él); un granjero del que solo se conserva su calavera tuerta y que se considera fantasma de sí mismo; un maestro de escuela muerto de cirrosis que se cree Jesucristo; un cura y un sacristán encarnados en el cuerpo de dos cuervos; los fantasmas de un niño que juega a ser soldado y de una niña que juega a ser enfermera (víctimas del bombardeo aliado a su poblado); y el fantasma de una gata.
Con estos mimbres, Comés entrelaza un historia en la que por momentos los limites entre realidad y ficción son nebulosos, como lo son los lindes entre la vida y la muerte en cualquier guerra.
No alcanza el autor belga los elevados niveles poéticos de algunas de sus obras anteriores, como La casa donde sueñan los árboles o Silencio, pero aún así es capaz de llevarnos a ese terreno onírico, para el que le resulta muy eficaz su utilización de las grandes masas de blancos y negros, que se acentúa aún más a mitad de la historia con los paisajes nevados que contribuyen a la irrealidad de cuanto acontece.
Francamente efectivas y bien resueltas las escenas bélicas, en las que me parece ver más patente que otras veces la impronta estética de Hugo Pratt y de Milton Caniff. En definitiva una obra que, sin ser excecional, es más que interesante y que nos recuerda una vez más que la historieta es narrativa dibujada, que gana cuando tiene un argumento que la estructura adecuadamente y que además puede ser un soporte ideal para remover conciencias e incitar reflexiones.

martes, 3 de julio de 2007

Fin de semana de records: 139 kilómetros por los Pirineos y ascensión a Envalira (2.408 metros de altitud)


El pasado fin de semana he realizado un pequeño viaje relámpago a los Pirineos para ir en bicicleta con mi amigo de toda la vida, Rafael Vallbona, que una vez más ha conseguido enredarme para que me superase a mi mismo. En esta ocasión el reto se me antojaba quizás excesivamente atrevido. Llegaba tras una semana con uno de esos resfriados tontos de verano que no acaban de curarse nunca.
El caso es que una vez allí, de la mano del ánimo y del apoyo de Rafa, me puse a pedalear y fui capaz de superar los límites que hasta ese momento había tenido en esto de ir en bicicleta.
Salimos alrededor de las nueve la mañana de Puigcerdá, siguiendo el itinerario del eje transpirenaico que nos condujo hasta La Seu d’Urgell.
Desde allí, pero en especial desde Andorra la Vella, todo era subida hasta la cima del Port d’Envalira que, con sus 2.408 metros de altitud, es la carretera abierta al tráfico más alta de todos los Pirineos.
Lo peor no fue tanto la dureza de la propia ascensión, que no tiene rampas tan fuertes como las de La Covatilla, como el cansancio mental que supone saber que estás subiendo de forma ininterrumpida durante 27 kilómetros.
Por supuesto, íbamos parando de tanto en tanto para hidratarnos, tomar alguna barrita energética o tomarnos un bocadillo a la altura de la estación de esquí de Soldeu.
En cualquier caso, una vez conseguida la cima, la cosa ya fue más sencilla. Descenso hasta el Pas de la Casa, entrada en territorio francés, subida al Port de Puymorens y nuevo descenso, siguiendo el curso del río Carol, hasta Bourg-Madame y llegada a Puigcerdá alrededor de las 6 de la tarde.
En total 139 kilómetros, una distancia que nunca había recorrido en una sola jornada.
La satisfacción que uno siente en estos casos es realmente enorme, tanto como el agradecimiento que se tiene hacia aquellos, como Rafa, que te ayudan y apoyan para que no te venza el desánimo y no dejes llevar ante la primera dificultad.Si todo ello se une a un tiempo espléndido, no excesivamente caluroso, un paisaje exuberante y una agradable conversación con un gran amigo alrededor de una buena mesa, podemos calificar el fin de semana de extraordinario, si no hubiera sido porque al final tuvo que llegar Clickair, la compañía de bajo coste impulsada por Iberia, y fastidiar la fiesta con sus retrasos e informalidades. Pero como se suele decir, esa es otra historia.

sábado, 23 de junio de 2007

Goyo, Leganés y los pactos políticos


Han pasado casi veinte días desde mi última comparecencia en este espacio de comunicación que pretende ser Trazo de Tinta. Poca comunicación debe ser ésta cuando uno anda tan liado con otras cuestiones, sobre todo laborales, que no le permiten ni sacar unos minutitos a la semana para explayarse comentando alguno de los muchos temas y vivencias sobre los que merece la pena escribir.
Quejas al margen, propias de una sociedad opulenta que no tiene nada mejor en lo que entretenerse, este período de tiempo ha dado para muchas cosas, entre ellas para comentar con amigos y conocidos los resultados de las pasadas elecciones municipales y autonómicas; y sus secuelas: la constitución de los nuevos ayuntamientos y de los gobiernos de las comunidades autónomas.
Y ahí es donde entra en acción Gregorio González, mi querido Goyo, buen amigo periodista, que vive en Leganés y que literalmente está que muerde por los “no” pactos postelectorales de la izquierda que, por primera vez en la historia democrática, ha permitido a la derecha hacerse con las riendas del ayuntamiento del municipio que muchos consideran la tercera provincia extremeña: Leganés.
Goyo es una de esas excelentes personas con las que, de tanto en tanto, tienes la fortuna de toparte.
Por estas fechas hará 23 años que nos vimos por primera vez. Fue en L’Hospitalet de Llobregat, con motivo de unas jornadas organizadas por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), sobre Nuevas Tecnologías de la Comunicación y las Colectividades Locales.
Era el año 1984 y él estaba en el gabinete de prensa del ayuntamiento de Getafe y yo en el de Premià de Mar.
A partir de ese momento mantuvimos un inicial contacto profesional que, con el paso del tiempo, se fue convirtiendo en la fuerte amistad de la que hoy tengo a gala poder disfrutar.
Amistad que como todas en las que hay kilómetros de por medio, sufre de la carencia de un mayor contacto físico, pero que se ve compensada por la intensidad de los momentos en los que se puede disfrutar de ella.
Goyo, alejado desde hace años de los quehaceres profesionales municipales y dedicado al ámbito de la creatividad y el diseño de publicaciones, es una mano amiga que siempre ha estado dispuesto a ofrecerte apoyo, sin importarle la dificultad del mismo.
Ahora, y él sabe bien por qué lo digo, quiero trasladarle desde este modesto espacio de comunicación, todo el apoyo, cariño y fuerza de mi amistad.
Y en cuanto a los pactos políticos, coincidir con él en que hay que estar muy berzas desde la izquierda, para no ponerse de acuerdo en un programa y un plan de trabajo, aparcando personalismo y rencillas estúpidas, y en cambio dejarle libre el camino a la derecha.

martes, 5 de junio de 2007

La muerte llegó volando

A lo largo de la vida, son muchas las personas con las que has tenido contacto, incluso una relación intensa, que dejan de formar parte de tu ámbito más cercano. En mi caso, el traslado de Cataluña a Extremadura en el año 1986 hizo que perdiera el contacto habitual con muchas personas.
Desgraciadamente, a veces es la muerte la que te las vuelve a traer al primer plano de tu memoria.
Este es el caso de Josep María Molina i Cosialls, fallecido trágicamente la tarde del pasado domingo al estrellarse la avioneta que pilotaba en las cercanía de la localidad de Meranges, en la comarca de la Cerdanya, en Girona.
Josep María, de quien hace muchos años había perdido totalmente su pista, fue la persona con la que inicié mi trabajo en el ámbito de la comunicación municipal, al ser elegido Alcalde de mi pueblo, Premiá de Mar, en las elecciones de 1983, en representación del PSC (Partit dels Socialistes de Catalunya).
Desde esa fecha, hasta marzo de 1986, en que inicié mi trayectoria profesional en Extremadura; me hice cargo de la puesta en marcha del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Premiá de Mar.
Con Josep María compartí muchas alegría y sinsabores, sobre todo en lo profesional, pero también en lo personal.
Entre las alegrías cuento la satisfacción de haber impulsado todas las actividades que permitieron promocionar la localidad en torno a la celebración de su 125 aniversario como entidad municipal, con identidad gráfica creada por el mismísimo Perich.
Entre los sinsabores, los derivados del accidente sufrido en el Pamir soviético, en 1985, por la expedición del Centro Excursionista de Premiá que intentaba el ascenso al Pico del Comunismo.
Tras mi venida a Extremadura, la distancia y los distintos ámbitos de interés en los que nos movíamos, hicieron que perdiéramos totalmente el contacto.
Aún así, en ese proceso de protección selectiva que es la memoria, anoche, al conocer por mi hermano la noticia de su fallecimiento, volvieron a mí en cascada todos los buenos momentos que juntos habíamos compartido. Los malos, como de costumbre, se perdieron en los recodos del camino.

martes, 22 de mayo de 2007

Fin de semana en mi pueblo, Premiá de Mar, en pleno fervor electoral

Hacía bastantes meses que no viajaba a mi pueblo, Premiá de Mar, y este fin de semana lo he hecho para ver a mi madre y a mis hermanos. Aunque yo nací en pleno centro de Barcelona, en la antigua clínica de Santa Madrona, situada en la calle Aragón, muy cerca del Paseo de Gracia; siempre he considerado Premiá de Mar como mi pueblo. En él se instalaron mis padres cuando yo apenas contaba seis años. Y en él permanecí hasta el 1 de marzo de 1986, cuando empecé mi recorrido profesional en Extremadura.

Premiá de Mar está situado a 20 kilómetros de Barcelona, en la línea norte de la costa, prácticamente equidistante de Badalona y Mataró. Con sus casi 28.000 habitantes concentrados en unos mínimos 1,97 km2. de término municipal, es la segunda localidad más poblada de la comarca de El Maresme, tras la capital, la ya mencionada Mataró.


Comparte con su vecina Premiá de Dalt, una estrecha franja de tierra que en apenas cuatro o cinco kilómetros pasa de los casi 500 metros de altitud de la Sierra de Sant Mateu, hasta los 0 metros del Mar Mediterráneo.


La verdad es que he encontrado el pueblo con mucho ambiente electoral, con mucha cartelería y propaganda visual; con muchos actos populares de todo tipo (fiestas, verbenas, chocolatadas, cenas-mitin, etc.). También he podido ver información sobre los debates y las entrevistas programadas con todos los cabezas de lista de las candidaturas que se presentan.


Con todo, he tenido por primera vez una sensación muy extraña, imagino que propia de aquellos que fuera de su tierra empiezan a sentir el desarraigo que produce el paso del tiempo: no conozco personalmente a ninguno de los candidatos a ocupar la alcaldía.


Sólo en una de las listas he reconocido, en el conjunto de la candidatura, a un viejo amigo de la infancia.


Por lo demás ha sido un fin de semana agradable y relajado, que me ha permitido pasear al lado del mar, recordando múltiples momentos e historias vividas a su vera, escuchando el sonido de las olas rompiendo contra los espigones o deslizándose suavemente sobre la arena de la playa, llenando los pulmones del omnipresente olor a salitre; rememorando en viejas fotos en blanco y negro cómo era mi pueblo, Premiá de Mar, cuando llegué a él a mediados de los sesenta del siglo pasado.

jueves, 10 de mayo de 2007

Va de vallas

Salgo de casa y enfilo hacia el centro de Badajoz por una avenida sazonada de rotondas. A sus márgenes, una sucesión de vallas publicitarias de todo tipo que en estas fechas mudan su habitual faz comercial por la de otro tipo de transacción: la electoral.
Veo a Miguel Celdrán, con un aire retocado que recuerda a un viejo personaje televisivo, el doctor en medicina Marcus Welby (que llegó a tener al mismísimo Steven Spielberg como director de uno de sus capítulos). Lo veo, dos, tres, ..., cuatro veces en un tramo relativamente corto.
A su lado, con un aire más señorial, propio casi de uno de los culebrones vespertinos que nos ofrecen las emisoras de televisión, Carlos Floriano. Y más Carlos Floriano, y más, y más ... y más, pero diferente, todavía con los mensajes del inicio de la precampaña, con diseños e imagen totalmente distintos (después hablan los entendidos de la necesidad de no despistar al personal con la dispersión de mensajes).
Y a todo esto ¿dónde están los candidatos del PSOE?. ¿Dónde están Guillermo Fernández Vara y Paco Muñoz?.
Unos cuantos metros más allá hay una valla del candidato a la presidencia de la Junta de Extremadura. Aspecto pulcro, pero con la expresión un poco forzada. Hay quien dice que con demasiado aire de niño bueno, como Pedro, el de Heidi.
El caso es que en mi recorrido hasta cruzar el Puente Real, la proporción de vallas del PP respecto a las del PSOE es de 5 a 1, aproximadamente.
No se si en todas partes será igual, pero el otro día tuve que ir a Cáceres y en el acceso desde la rotonda del ferial a la de la estación de ferrocarril, la proporción era similar. Mucho Floriano, mucho Saponi, y poco Fernández Vara y menos Carmen Heras.
Numéricamente, eso es lo que parece, el PP le lleva la delantera al PSOE en cuestión de vallas.
Y también parece que esta vez ha elegido mejor, dentro de la mediocridad general, al encargado de las fotografías. Comparado con las estéticamente brillantes imágenes socialistas de la campaña anterior, las de ésta dejan bastante que desear. Otra cosa es que para los aficionados al análisis semiótico haya algunas cosas muy curiosas, sobre todo en las del PP. Por ejemplo, mientras algunos de los candidatos populares más veteranos, como Saponi y Celdrán, están prácticamente de frente, con una pequeña tendencia a dirigir la mirada hacia las letras con su lema de precampaña; otros más jóvenes que ellos, como la candidata de Mérida, Pilar Vargas, y en especial el propio Floriano, parecen darle la espalda. ¿Errores inconscientes?, ¿intenciones subconscientes?. Los teóricos dirán. Y los resultados también.

sábado, 5 de mayo de 2007

Corea vista por 12 autores

Mi buen amigo José María Lama, convenientemente aconsejado en la interesante librería Zuloa de Gastéiz, me obsequió recientemente con el libro titulado Corea vista por 12 autores, publicado por la editorial tarraconense Ponent Mon.
Para mí ha sido un descubrimiento bastante atractivo porque la verdad es que he tenido poco contacto con el manhwa, que es como se llaman los tebeos que se publican en el país que fue sede de los Juegos Olímpicos de 1988 y co-sede del Mundial de Fútbol de 2002.
El libro es fruto de una experiencia impulsada en 2006 por la Embajada de Francia en Corea del Sur con motivo del 120 aniversario de las relaciones diplomáticas franco-coreanas. Ésta consistió en dos viajes de sendos grupos de tres dibujantes franceses, que realizaron una inmersión en el país asiático, fruto de la cual son las obras que se incluyen en este volumen.
Junto a ellos se publican también varias obras de algunos de los autores coreanos más relevantes que, por supuesto, hasta este momento eran desconocidos para mí.
Haciendo un pequeño análisis del libro, creo que en su conjunto es bastante interesante, porque permite apreciar los muy diferentes presupuestos de partida sobre los que estructuran su trabajo los dibujantes franceses y los coreanos. Aún así la calidad de los trabajos que se incluyen es bastante irregular, en especial por la parte francesa.
Los primeros se centran sobre todo en su peripecia particular en un país con una cultura y unas costumbres tan diferentes a las europeas en general, y a las francesas en particular. Podríamos decir que es una visión casi turística, superficial, en la que apenas hay hondura en los contenidos que se plantean. En cambio los autores coreanos sorprenden, tanto por el tempo de sus obras, que apenas traslucen agitación y que tienen un ritmo que invita a la reflexión; como por la altísima calidad gráfica de alguno de ellos.
De los franceses me quedaría con Vanyda y su obra ¡Ah, Pilsung Korea!, que plantea una interesante reflexión sobre la inadaptación de los hijos de algunos matrimonios mixtos, que ni son vistos como franceses en Francia, ni como coreanos en el país de su progenitor/a.
En cuanto a los autores de Corea, la calidad media de sus obras, tanto narrativa, como gráfica y temáticamente, es realmente elevada. Pero, por encima de todos ellos, personalmente me quedo con la fuerza del trabajo del veterano Lee Doo-Ho (nacido en 1943), titulado El árbol de Solgeo, en el que recrea la leyenda sobre un famoso pintor del siglo VI con una técnica tan exquisita que llegó a pintar un árbol sobre el que dicen querían posarse los pájaros.
Resumiendo, un libro interesante que, por una parte, permite un cierto acercamiento a algunos aspectos de la vida y la filosofía del pueblo coreano y, por otra, facilita el descubrimiento de un tipo de obras y autores a los que, en principio, estamos poco acostumbrados y que difieren bastante de la masiva producción japonesa que nos ha llegado en la última década.








sábado, 28 de abril de 2007

Mi amigo Rafael Vallbona está desde ayer pedaleando por el desierto


No es la primera vez que Rafa, mi amigo de toda la vida, aparece en este espacio por alguna de las múltiples actividades que desarrolla.
En esta ocasión, como cuando vino hace unas semanas a Extremadura, la razón es el ciclismo, una de sus grandes pasiones.
Ayer comenzó por tierras marroquíes del desierto del Sahara, la segunda edición de la Titan Desert.
Como recoge el diario deportivo Sport, serán cinco los días de competición y el recorrido no tendrá nada que ver con el del año anterior y será totalmente inédito. Se busca todos los contrastes de Marruecos y valorará la capacidad de orientarse de los participantes, que deberán recorrer cerca de 400 kilómetros por tierras desérticas, destacando la etapa reina entre Landouare y Ramila, de unos 120 kilómetros, que supondrá una máxima exigencia física ya que trascurrirá por un duro tramo de pista de arena, en donde es muy difícil pedalear.
Este es el reto al que desde ayer se enfrenta Rafa, acompañado por Llorenç Pros, su compañero se travesías ciclistas, con el que me visito hace pocas semanas para nuestra anual pedalada por tierras extremeñas.
Pero Rafa, además del reto deportivo, como periodista y escritor que es, también busca otras cosas en este viaje, del que va a dar testimonio diario en las páginas del diario La Vanguardia.
Así explicaba parte de sus sensaciones previas en el comentario publicado a principios de esta semana: “La intención de la Titan Desert, al menos en estas primeras ediciones, es que la competición y la pugna deportiva se compaginen con momentos mágicos como los que describió el autor norteamericano. El ciclista que no vuelva a casa habiendo hallado algún tesoro de esta índole habrá perdido más que el último clasificado. Al día siguiente, todos, del líder al farolillo rojo,tendrán que volver a sus trabajos en la loca civilización occidental. De nada serviría dejarse las piernas pedaleando si no se es capaz de asumir una experiencia de calibre humano y emocional
.















lunes, 16 de abril de 2007

Trabajar no es un juego


Cuando uno tiene un número de libros relativamente importante, sin que con ello quiera decir que poseo una gran biblioteca, a veces se lleva agradables sorpresas con el redescubrimiento de alguna obra que tenía perdida o poco presente.
Esto me ha pasado este fin de semana, en el que buscando un libro que no he encontrado, he hallado otro del que ya no me acordaba y que es un auténtico gustazo, tanto por su contenido literario, como por el gráfico.
Se trata de Trabajar no es un juego, libro editado en noviembre de 1997 por la Fundación CEAR (Consejo de Apoyo a los Refugiados), en colaboración con las editoriales DEBATE y Planeta, con el objetivo de recaudar fondos para diversos proyectos de la fundación.
El libro también formaba parte de la campaña de sensibilización y denuncia sobre la situación de los millones de niños de todo el mundo que se ven obligados a trabajar.
Como decía antes, el contenido es de auténtico lujo, tanto en lo literario, como en lo gráfico. Incluye poemas, cuentos y narraciones breves de autores como Rafael Alberti, Julio Cortazar, José Agustín Goytisolo, Manuel Vázquez Montalban, Juan Carlos Onetti, Gonzalo Torrente Ballester o Fernando Fernán Gómez. Y las ilustraciones pertenecen a algunos de los mejores dibujantes de historietas, como Max, Quino, Roser Capdevila, Emilio Urberuaga, Joseph María Rius, Pep Montserrat, Montse Ginesta, etc.
Como guinda el libro está acompañado de un CD en el que se incluyen seis de los cuentos leídos por voces tan conocidas como las de Gemma Nierga, Fernando G. Delgado, Ángeles Caso, Paco Lobatón, Vicente Romero e Iñaki Gabilondo.

martes, 10 de abril de 2007

Auteuil, un descubrimiento sorprendente en un París deslumbrante


Los días de Semana Santa han supuesto un oasis de asueto familiar que en compañía de mi mujer e hija he disfrutado en París.
Ha sido la tercera ocasión que he visitado la “Ciudad de la Luz” y sin duda la que más he disfrutado.
Por fin, sin la urgencia apremiante que a veces se tiene cuando se quiere ver todo en poco tiempo, he tenido la sensación de que me hacía con la ciudad, de que la interiorizaba y era capaz de aprehenderla.
Los días han servido para gozar tranquilamente, sin excesivos agobios ni aglomeraciones, de la exposición temporal que el Louvre ha organizado en torno a la figura de Praxíteles y de su influencia en el arte escultórico. Y más que el disfrute propio, la satisfacción de ver como mi hija, a sus 12 años, se interesaba, aprendía y al tiempo nos enseñaba, con la contemplación de las copias, versiones e imitaciones de la Afrodita de Cnido, del Apolo Sauróctono o del Hermes de Olimpia.
Boulevard Saint Michel, Saint Germain des Prés, l’Île de la Cité, Boulevard des Capucines, Ópéra, Boulevard Haussmann, Tullerías, el Museo de Orsay, la Torre Eiffel, las riberas del río Sena, etc., son algunos de los lugares que visitamos estos días. Aunque algunos de ellos ya los conocíamos, hacía 14 años que estuvimos por última vez y nos sonaron a nuevos, a diferentes y renovados, sin perder por ello las esencias que hacen a París una ciudad especial.
Ahora bien, la gran sorpresa, el descubrimiento inesperado, ha sido la zona de Auteuil, situada en la orilla derecha del Sena, aguas abajo de los jardines del Trocadero.
Una zona realmente tranquila, de amplias aceras, con algunos de los más notables edificios Art Nouveau de París. Paseando por sus calles, en muchos momentos uno tenía la impresión de estar por el Ensanche barcelonés.
De entre los muchos inmuebles singulares, destaca en el número 14 de la Rue La Fontaine el llamado Castel Berenger, una de las obras cumbre de Héctor Guimard, uno de los más importantes arquitectos franceses que cultivó este estilo, a caballo entre los siglos XIX y XX (la fotografía muestra la puerta de la fachada principal del edificio).
Curiosamente en la zona también se halla la fundación dedicada a otro arquitecto, Le Corbusier, cuya trayectoria supuso la antítesis de los postulados que defendía el Art Nouveau.En definitiva, unos fantásticos días en París que han servido para recargar las pilar, anímica y estéticamente, ante los intensos meses que se avecinan. Por cierto, otro día hablaré del descubrimiento de la Rue Dante y sus tiendas de tebeos.

miércoles, 28 de marzo de 2007

Tengo una pregunta para usted


Esta noche mi vena periodística me ha llevado a sentarme pacientemente ante la televisión para ver la primera entrega del nuevo formato de programa de TVE titulado “Tengo una pregunta para usted”, que ha tenido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como protagonista.
Lo cierto es que después de la promoción que le habían estado haciendo durante estos días, me esperaba otra cosa.
Como formato televisivo me ha parecido bastante encorsetado, aunque hay que concederle el beneficio de la duda, dado que se trata de la primera experiencia.
Creo que le ha faltado ritmo y dinamismo, porque al carecer de un contraste directo de opiniones, ha tenido bastante de monólogo del presidente, que ha podido explicar con bastante tranquilidad y amplitud lo que le ha parecido oportuno, que no siempre coincidía con lo que le habían preguntado.
Esta escasa bidireccionalidad, se ha compensado en algunos momentos con una acertada realización, que no ha escatimado planos en los que los invitados en el plató mostraban en sus rostros las expresiones de escepticismo, aprobación o rechazo hacia las respuestas que estaban recibiendo por parte de Rodríguez Zapatero.
Por lo demás, una de las virtudes que sí ha tenido este programa ha sido el mostrar directamente muchas de las cuestiones que realmente preocupan e interesan a los ciudadanos de a pie, al margen del ruido político y mediático que habitualmente tapa la vida cotidiana.
Lo que si ha vuelto a quedar patente es el famoso “talante” de Zapatero y una cierto carácter imperturbable, que no parece alterarse por casi ninguna cosa.
En ese sentido se ha mostrado cercano y dialogante, al margen de que en algunas respuestas haya estado más o menos evasivo.Habrá que esperar al segundo programa, con Mariano Rajoy, para ver cómo evoluciona el formato y también si se mantiene el tono sosegado, quizás demasiado, que ha presidido esta primera entrega.

domingo, 25 de marzo de 2007

Segunda etapa de la Pedalada 2007: La Covatilla, objetivo conseguido


El segundo objetivo que nos habíamos marcado para la Pedalada 2007, subir a la estación de esquí de La Covatilla, también lo hemos conseguido. Nos ha costado, sobre todo a mí, pero al final nos hemos sobrepuesto a la dureza de la ascensión.

Rafa y Llorenç están más acostumbrados a este tipo de puertos, no en balde han subido a la mayoría de los puertos míticos de los Pirineos, los Alpes y los Dolomitas.

Pero para mí ha sido realmente difícil. Ni las dos subidas que hicimos ayer al Piornal, ni la ascensión el año pasado al Puerto de Honduras, tienen nada que ver con lo que ha sido La Covatilla.

Los tres primeros kilómetros me han parecido muy duros. No había forma de encontrar ni el golpe de pedal, ni el necesario acompasamiento de la respiración. Lo cierto es que en algunos puntos concretos el desnivel ha llegado a alcanzar el 20%.

En varios momentos he estado tentado de poner pie a tierra, pero los ánimos de mis dos compañeros y la ilusión por superar un reto de estas características, me ha llevado a sobreponerme, hacer de tripas corazón y seguir hacia delante.

A partir del kilómetro cuatro parece que la cosa se ha suavizado un poco y he sido capaz de encontrar un ritmo que me permitía, por lo menos, subir sin asfixiarme.

El remate ha sido una tremenda cuesta, calculo que hacia el kilómetro 6, en la que puesto de pie sobre los pedales parecía que fuera dando pasos, lentamente, uno tras otro, para ir avanzando poco a poco.

En fín, para que más detalles, el caso es que tardé bastante más de una hora en hacer los apenas 9 kilómetros de la subida hasta La Covatilla.

Allí las fotos de rigor, con mis dos compañeros de excursión, y un rápido descenso en el que pasamos bastante frío.

De nuevo en los coches, que los habíamos dejado en el poblado de Hoya, al pie de la ascensión, cambio de vestimenta y viaje hasta Plasencia para comer algo antes de que Rafa y Llorenç emprendiesen camino de regreso a Barcelona.

Ha sido un buen fin de semana ciclista, he compartido el tiempo con dos buenos amigos, hemos charlado, nos hemos reído y hemos disfrutado de los placeres de la gastronomía extremeña. Como ellos mismos dicen, estas salidas son una “fiesta”.

NOTA: Rafa y yo dejando testimonio gráfico de que habíamos cumplido el objetivo.

sábado, 24 de marzo de 2007

Pedalada 2007: primera etapa de 115 kilómetros realizada con éxito


La primera etapa de la Pedalada 2007 ha concluido con toda normalidad. Los fríos datos hablan de 115,06 km recorridos (por alguna razón que no he detectado había calculado casi siete kilómetros menos ¡¡y lo que se notan al final!!). El desnivel que hemos salvado en los seis puertos que hemos subido suma un total de 2080 metros, en los que hemos de contar sobre todo las dos ascensiones que hemos realizado al Piornal.

En cuanto a mis datos personales (los de Llorenç, pero sobre todo los de Rafa, son mucho mejores que los míos), debo indicar que he empleado en hacer el recorrido un total de 6 horas, 4 minutos y 58 segundos, a una velocidad promedio de 18.91 km/horas.
La Pedalada comenzó perfectamente anoche, cuando mi amigo de toda la vida, Rafael Vallbona, y su compañero de andanzas ciclistas por media España y Europa, Llorenç Pros, llegaron a las 22.30 horas a Navalmoral de la Mata, provenientes de Barcelona. Una cena para reponer fuerzas tras el viaje y después nos desplazamos hasta Jaraiz de la Vera, donde establecimos nuestro cuartel general.

Sobre la etapa de hoy, decir que hemos pasado bastante calor, que nos hemos topado en Cabrero con la Fiesta del Cerezo en Flor, que en Pasarón de la Vera, donde hemos parado a comer algo a mitad de etapa, nos han preguntado que si éramos del mismo equipo que un piloto (Santiago Barragán) que está corriendo en el GP de Jerez (con el apoyo de Marca Extremadura para tres pruebas del Mundial), etc.

La etapa ha sido muy agradable y la variedad de paisajes y ecosistemas que hemos recorrido muy grande, desde los casi 1.300 metros del Puerto de Piornal, hasta los apenas 250 de la carretera de servicio del sistema de riegos del río Tietar. Castaños, robles, cerezos, olivos, dehesa con sus encinas y alcornoques, regadíos con sus cultivos; ganado bravo, caballos, cabras, ovejas, multitud de rapaces y de aves carroñeras, lagartijas y pequeños roedores; gargantas con el agua fluyendo por ellas, etc., nos han acompañado a lo largo de la jornada.

Para finalizar esta pequeña crónica, que realizo desde la cafetería del hotel rural en el que estamos alojados en Jaraiz, decir que como suele decirse, “unos cardan la lana y otros llevan la fama”. Digo esto porque yo iba especialmente mentalizado para la larguísima primera subida al puerto de Piornal desde Garganta la Olla. Y, a pesar de ellos, dónde más hemos sufrido ha sido en la segunda, que no la teníamos tan controlada, y que hemos hecho desde Barrado a través de un camino asfaltado, que ni tan siquiera aparece en muchos mapas, y en los que en algunos trozos hemos superado rampas que han oscilado entre el 14 y el 18 por ciento.

Bueno, ahora nos espera una reparado cena, dormir una hora menos (hoy hay cambio), madrugar un poquito e irnos pronto hacia Béjar para enfrentarnos a nuestro último objetivo de la edición de este año: subir a La Covatilla, uno de los puertos que en los últimos años se han convertido en emblemáticos de la Vuelta Ciclista a España.

NOTA: Junto a este texto hay una foto en la que se nos ve a los tres equipados con nuestros maillots del Spiuk Marca Extremadura. De izquierda a derecha Rafael Vallbona, Lllorenç Pros y servidor, Fco. Javier M. Romagueras.

domingo, 18 de marzo de 2007

Falta una semana para subir al Piornal y a La Covatilla

Último entrenamiento antes de afrontar la Pedalada 2007 que nos llevará el próximo fin de semana a la zona de La Vera, para ascender dos veces hasta Piornal, y a la de Béjar, ya el domingo, para subir La Covatilla.
Hoy he realizado uno de los mejores circuitos que se pueden hacer por los alrededores de Badajoz, que consiste en ir hasta Olivenza, de allí dirigirte hacia Elvas, cruzando el río Guadiana por el nuevo Puente de Ajuda, y finalizar regresando a Badajoz por la antigua carretera que discurre paralela a la actual autovía.
En total han sido casi 66 kilómetros en 2 horas y 29 minutos, lo que da una velocidad media de 26,55 km/h, uno de los mejores promedios que he obtenido en este recorrido en los últimos años. De hecho hace casi 3 años que no lo lograba, lo que parece augurar un buen estado de forma para la Pedalada 2007.
Esta semana la bicicleta ha pasado por el taller para ver que todo estuviera en regla, en especial cubiertas y frenos.
En fin, todo está a punto. Ahora solo falta que el tiempo nos acompañe y que nos nieve un poquito menos que el año pasado en el puerto de Honduras.
La crónica de cada una de las dos jornadas, al final del día, en este blog.

viernes, 16 de marzo de 2007

Sobre incendios, apagafuegos y Badajoz

Escucho al alcalde de Badajoz decir que el candidato del PSOE a la alcaldía, el actual consejero de Cultura de la Junta de Extremadura, Francisco Muñoz, debe pedir perdón a toda la ciudadanía por haberse cargado la imagen de la ciudad con la polémica de las fotos de Moreno Montoya.
Esta aseveración me lleva a reflexionar sobre el placer oculto que muchas veces sienten los pirómanos, que primero propagan un fuego, para después ser los primeros en querer ir a apagarlo.
Lo digo porque estoy seguro de que muy pocas personas sabían, o se acordaban, de las fotos. Solo las que en su momento las vieron en las dos exposiciones en las que se mostraron y algunos que ojearon el catálogo.
Ahora, gracias a la acción del PP, son miles o cientos de miles los que han sabido de ellas y se han enterado de su existencia.
Por lo tanto, cabe preguntarse ¿quién ha herido, supuestamente, la sensibilidad de muchas personas divulgando hasta la saciedad dichas imágenes?. Desde luego que no ha sido ni el autor (que más le habría gustado que su obra hubiera tenido alcance universal), ni el prologuista del catálogo, ni el editor del mismo.
En consecuencia, me parece absurdo actuar como pirómano, para después pretender erigirse en apagafuegos. Salvo, y ahí es donde creo que radica la clave de todo, que como de costumbre no importe el asunto, sino el ruido que se puede hacer con el mismo.
Por cierto, puestos a pedir perdón a los ciudadanos de Badajoz por la contribución a la mala imagen de la ciudad, creo que son otros los que deberían hacerlo por tener muchos barrios tan sucios y descuidados, por hacer que muchos ciudadanos tengamos que vaciar personalmente las papeleras cuando vemos que pasan los meses y se acumula la porquería o por haber puesto el nombre de la ciudad en el paquete de las presuntas irregularidades urbanísticas.
En fín, un incendio más en un vaso de agua. Y van ...

miércoles, 14 de marzo de 2007

30 años de El Jueves, 30 años de Martínez El Facha


La revista de humor El Jueves celebra este año su 30 aniversario y con tal motivo se está preparando una exposición conmemorativa que, bajo el título “El Jueves: 30 años a su puta bola... ¡Nosotros fuimos los primeros!”, estará abierta al público entre el 19 y el 22 de abril, en el marco del Salón del Cómic de Barcelona.
Ayer me acordé del aniversario al escuchar por la radio a Kim, el guionista y dibujante de uno de los personajes más populares de la revista, Martínez el Facha. Como él mismo se encargó de aclarar, el personaje no es en puridad una invención suya, sino que le tocó al volver de vacaciones, porque el resto ya se lo habían repartido entre los demás dibujantes.
Kim, que en realidad se llama Joaquim Aubert Puigarnau, nació en 1943 y este año ha sido galardonado con el XII Premio Internacional de Humor Gato Perich, que le fue entregado en Premià de Dalt (Barcelona), la vecina localidad a mi pueblo donde residía el tristemente desaparecido Perich.
En su intervención radiofónica, una de las cosas que comentó Kim fue que al principio pensaba que el personaje de Martínez El Facha daría, como mucho, para uno o dos años. Sin embargo la realidad de las cosas en nuestro país ha hecho que durante 30 años el personaje haya continuado totalmente vigente.
España es fascinante para un humorista, vino a decir el dibujante, al que nunca en estos años le han faltado temas y argumentos para hacer los guiones de Martínez El Facha. Y por lo que se está viendo, seguirán sin faltarle.