Para quienes ya rebasamos la sesentena, Oriente Próximo (en muchos casos denominado también Oriente Medio por influencia del inglés y del francés) forma parte de nuestra memoria colectiva. Guerra de los Seis Días, Septiembre Negro, Múnich 1972, guerra del Yom Kipur, guerras del Líbano, masacre de Sabrá y Chatila, asesinatos de Anwar El-Sadat e Isaac Rabin, intifadas o Primavera Árabe, son nombres de acontecimientos que nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas.
Ahora, la zona vuelve a estar en primera línea de la actualidad. Primero fueron los atentados terroristas de Hamás en octubre de 2023. Después, la desproporcionada respuesta israelí, que podemos tildar de autodefensa genocida, sobre la población civil palestina en Gaza y también en Cisjordania.
En los últimos años el cómic se ha mostrado como una herramienta eficaz para tratar temas complejos en profundidad. En el caso de los conflictos de Oriente Próximo, diversas obras nos ayudan a entender mejor tanto su origen, como la realidad de las sociedades en las que se producen.
Por eso, a continuación, paso a recomendar algunos de los que considero más interesantes y que mejor sirven a este propósito de comprensión de lo que ocurre.
Café Budapest (Astiberri). Alfonso Zapico (Blimea – Asturias, 1981) centra la historia en el entorno de un café de Palestina que da nombre a su libro. Un lugar aún bajo tutela de Gran Bretaña, en el que árabes, judíos y occidentales discuten de política, de economía, de arte, juegan a las cartas, beben… En definitiva, conviven.
Sin embargo, ese mundo de aparente armonía desaparece cuando el 14 de mayo de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas confirma la creación del Estado de Israel.
A partir de ahí, Zapico nos va mostrando el permanente deterioro de la situación, cómo los antiguos amigos se convierten en enemigos, sin más razón que los eslóganes maliciosos. También cómo la indiferencia de la fuerza tutelante británica da alas a la injusticia, los desmanes y el triunfo del terrorismo.
Y como suele ocurrir, en medio de esta hecatombe, lo primero en flaquear es la comprensión hacia quienes no cumplen con las expectativas de los suyos. Como la del joven protagonista judío que no quiere seguir las directrices violentas de los sionistas.
Palestina (Planeta Cómic).
Publicado por primera vez en 1996, es el primer gran trabajo de historieta periodística creado por el maltés-estadounidense Joe Sacco (Kirkop - Malta, 1960), una de las máximas figuras de esta nueva forma de hacer periodismo. Sacco, para ofrecer el contexto humano sobre la población palestina, que pensaba faltaba en las informaciones sobre el conflicto árabe-israelí, viajó a Palestina durante dos meses, entre finales de 1991 y principios de 1992.
Allí se sumergió en la realidad que estaba viviendo la población de Gaza y de Cisjordania: charló con manifestantes, entrevistó a personas encarceladas, deambuló por los mercados, compartió mesa con agricultores, vio las dificultades para tener una educación normalizada, estuvo visitando enfermos y heridos en los hospitales…
Todas esas experiencias las plasma a través de un dibujo minucioso y unos textos densos -no hay que olvidar que se trata de un reportaje periodístico en forma de cómic-.
Como el propio autor explicaba, lo que le interesaba era mostrar
a los palestinos como personas: enojadas, tristes, capaces de vivir sus
vidas en medio de todo, con todos esos atributos en los que pensamos
cuando pensamos en la humanidad. Parece evidente que hoy en día,
mayo de 2025, todo lo que Sacco describía en su obra ha quedado
rebasado, con creces, para peor.
Planeta Cómic acaba de reeditarla con nuevo diseño de portada, extras y
páginas a color.
El árabe del futuro (Salamandra Graphic).
El dibujante Riad Sattouf (París, 1978), hijo de madre francesa y padre sirio, inició en 2014 la publicación de esta monumental obra en seis tomos, cuyo subtítulo es Una juventud en Oriente Medio. A lo largo de la misma hace un relato autobiográfico, entre 1978 y 2011, desde su infancia hasta su juventud, viviendo en Francia, la Libia del dictador Gadaffi y la Siria dirigida por la familia El Asad.
La amplitud temporal de la obra y la extensión de la narración, le permite ofrecer múltiples detalles de la vida cotidiana en estos países, desconocidos para la inmensa mayoría.
Toma como protagonista a su padre, un profesor universitario obsesionado por el panarabismo, que renunció a una plaza en Oxford por enseñar en Trípoli. Por medio de él, Sattouf muestra también las enormes contradicciones y diferencias existentes, tanto en Siria y Libia, como en Francia. Contradicciones que, en el ámbito familiar, se manifiestan en la fe en la modernidad que tenía su padre, en el deseo de que el mundo árabe saliese de su subdesarrollo y eligiera su destino. Pero, al mismo tiempo, en el hecho de estar contra la democracia, creer en la pena de muerte y apoyar los gobiernos dictatoriales.
Premio al Mejor Álbum en el Salón del Cómic de Angoulême 2015, ha sido un auténtico fenómeno editorial en todo el mundo, con más de tres millones y medios de ejemplares vendidos, habiendo sido traducido a 23 lenguas.
Intisar en el exilio (Astiberri).
El escritor y guionista Pedro Riera (Barcelona, 1965) vivió en Yemen durante un año, entre 2009 y 2010. También estuvo en 2011, durante las revueltas de la Primavera Árabe. Y en 2016 visitó Jordania y sus campos de refugiados.
Fruto de sus vivencias crea el personaje de Intisar, una yemení en la que amalgama la personalidad y testimonios de decenas de mujeres que conoció durante las estancias antes citadas.
Intisar busca ser una mujer libre e independiente, cosa difícil en un país como Yemen, profundamente machista.
En un primer álbum, El coche de Intisar, en el que contó con los dibujos de Nacho Casanova (Zaragoza, 1972), Intisar encuentra un modo de liberación al volante de un coche.
Años después, en 2019, recupera al personaje, ahora con dibujos de otro zaragozano, Sagar (1974). En este segundo libro juega con la paradoja de que la guerra civil yemení, y el exilio en Jordania, permite a Intisar tener más libertad y escapar, en parte, al control masculino.
Con este personaje, Pedro Riera nos aproxima a la vida cotidiana, las esperanzas y la lucha por sus derechos de las mujeres de un país como Yemen, del que sabemos poco más que su actual implicación en el conflicto árabe-israelí.