martes, 23 de diciembre de 2025

40 aniversario del álbum "Los derechos humanos en cómic" de la editorial Ikusager

En 1985 la desaparecida editorial vitoriana Ikusager publicó el álbum Los derechos humanos, dentro de su colección «Imágenes de la historia». Fue el primero de una serie de cuatro títulos, al que siguieron Norte-Sur (1989), Los derechos del niño (1991) y Los derechos de la mujer (1992). La edición estuvo promovida por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, presidido por el alcalde José Ángel Cuerda (PNV).

Cuarenta años después, este 2025, con motivo de mi colaboración con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica «José González Barrero» en la preparación de la exposición «Historietas e historia», ha sido un buen momento para volver sobre esta magnífica y necesaria obra.

Con dos pesos pesados de la cultura y la historieta vasca, Ernesto Santolaya (Huérteles, 1935-2021) y Antonio Altarriba (Zaragoza, 1952), como productor y coordinador respectivamente, sus contenidos siguen estando de plena actualidad hoy en día.

Al inicio de su texto de presentación, José Ángel Cuerda señalaba que este libro «Los derechos humanos» es sobre todo un grito por la paz, un grito de rebeldía ante la injusticia, un grito por los que mueren de hambre o a tiros, por los que sufren tortura o falta de trabajo, por los analfabetos y por todos los que ven desgarrada su dignidad humana.

En el contexto del terrorismo etarra, añadía más adelante que esta obra quiere ser, desde el País Vasco, un abrazo de solidaridad con todos los pueblos del mundo, para construir juntos caminos que unen y no fronteras que separan, para enterrar todas las armas, para luchar contra el hambre y la incultura, para sentirnos todos hermanos.

Finalizaba indicando que estas páginas, y desde la plena libertad que han tenido sus autores para expresarse, son una pequeña aportación a la lucha por la paz, en nuestro pueblo y en el mundo entero; por una paz fruto de la justicia social y expresión de una auténtica libertad en la igualdad. «Los derechos humanos» es ratificar nuestro compromiso por la vida, por la libertad, por la paz, por la esperanza.

Reunión de estrellas del cómic

La apabullante nómina de historietistas (tanto dibujantes, como guionistas) que participó en los cuatro volúmenes de la serie, incluye muchos de los mejores creadores españoles e internacionales del momento. Esta es la lista completa: Antonio Hernández Palacios (España), Juan Giménez (Argentina), Felipe Hernández Cava (España), Will Eisner (EE.UU.), Milo Manara (Italia), Annie Goetzinger (Francia), Víctor Mora (España), Alberto Breccia (Uruguay), Juan Sasturain (Argentina), Andres Martens (Alemania), Howard Chaykin (EE.UU.), Luis García (España), Ricard Castells (España), Antonio Altarriba (España), Miguelanxo Prado (España), Enrique Breccia (Argentina), Tomás d’espósito (Argentina), Chantal de Spiegeleer (Zaire, actual República Democrática del Congo), Carlos Nine (Argentina), José María Beroy (España), Alain Bignon (Francia), Federico del Barrio (España), Raúl Fernández (España), Marika Vila (España), Cinzia Chigliano (Italia), Laura P. Vernetti (España), Mariel Soria (Argentina) y María Alcobre (Argentina).

“El último voto”. Will Eisner (EE.UU., 1917)

El volumen inicial, que da título genérico a la serie, incluye al principio los treinta artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948. A continuación, seis historietas cortas desarrollan situaciones que ilustran otros tantos artículos de la declaración. El 3, referido a los derechos a la vida, libertad y seguridad de cualquier persona. El 5, que señala que nadie será sometido a torturas, penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. El 10, que incide en el derecho de toda persona a una justicia independiente e imparcial. El 13, en el que se recoge el derecho de toda persona a moverse libremente y a elegir su lugar de residencia, tanto dentro, como fuera de su país. El 19, que se refiere a la libertad de opinión y expresión, sin que nadie pueda ser molestado por ello. Y, por último, el 21, que reconoce los derechos de participación política y acceso a las funciones públicas, así como las elecciones y el sufragio universal como forma de expresión de la voluntad popular en la que debe basarse la autoridad del poder público.

Pueblos, infancia y mujer

En el prólogo del segundo de los títulos, Norte-Sur, la que era vicealcaldesa de Vitoria-Gasteiz, María Jesús Aguirre Uribe, escribía en 1989 que queremos descubrir la explotación, la incultura, el paro, el hambre, la enfermedad, la guerra… Y añadía …es preciso revolucionar un orden inicuo y egoísta para enterrar todas las armas y los odios, para devolver sus derechos a los desposeídos de todo derecho, para que nadie haga de dios, para que el pequeño tallo de la paz pueda convertirse en árbol frondoso que extienda su fruto de libertad a todos los pueblos del mundo.

“El regreso”. Andreas Martens (RFA, 1951)

En consonancia, las historietas que contiene tratan de la pérdida de la identidad de los pueblos indígenas como consecuencia del desarrollo industrial incontrolado, la repetición en otros colectivos de las agresiones racistas y xenófobas que uno ha sufrido, los abusos del imperialismo y el colonialismo sobre los pueblos sometidos, la lacra del esclavismo o el enorme trauma que suponen los grandes éxodos y desplazamientos forzados de población.

El 20 de noviembre de 1959 la Asamblea General de la ONU aprobó por unanimidad la Declaración de los Derechos del Niño. En ella se establecen diez principios para garantizar que la infancia goce de todos los derechos que tiene como ser humano. El enunciado de estos principios aparece al inicio del tercer volumen de la serie.

“Los abandonados”. Chantal de Spiegeler 

 (Zaire, 1957) y Rene Sterne (Bélgica, 1952)

Treinta años después, el 20 de noviembre de 1989, se aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño, que cuenta con 54 artículos que recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de toda la infancia. Las historietas publicadas en este tercer tomo, publicado en 1991, están inspiradas en algunos de esos artículos: XII, el derecho a que se tenga en cuenta la opinión de niños y niñas en los asuntos que les afectan; XVI, para evitar injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni ataques ilegales a su honra o reputación; XVIII, que establece el principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en la crianza y desarrollo de los niños; XXXII, para su protección contra la explotación económica y contra la realización de trabajos peligrosos o que dificulten su educación; XXXVI, para protegerles contra todas las demás formas de explotación que les sean perjudiciales; y XXXVIII, que obliga a los estados firmantes a respetar las normas del derecho internacional humanitario que les sean aplicables en los conflictos armados y que sean pertinentes para la infancia.

La tetralogía finaliza en 1992, con el cuarto libro titulado Los derechos de la mujer. En su prólogo se señala que es, como todos los otros, una denuncia amarga y una esperanza malherida… El derecho de toda mujer a ser mujer, es decir, un ser humano libre, autónomo, con todos los derechos que son inherentes y exigencia esencial de su propia condición de persona… En una sociedad masculinizada, desde la gramática a la religión, en el hogar, en el trabajo y en el amor, se hace preciso un esfuerzo de transformación para avanzar por caminos de igualdad auténtica y liberadora.

Con este volumen también se quiso homenajear a las Premio Nobel de la Paz de 1991, la birmana Aung San Suu Kyi, y de 1992, la guatemalteca Rigoberta Menchú, así como a la política alemana Petra Kelly, luchadora pacifista y activista ecologista.

Las historietas que incluye tratan temas como el acoso sexual en el ámbito laboral, la intolerancia religiosa hacia las mujeres, las creencias y supersticiones sobre ellas en muchas culturas o su invisibilidad y marginación social. El mito del amor romántico, los matrimonios forzosos, el robo de bebés, el castigo del aborto o la violencia machista, son otros aspectos sobre los que invita a la reflexión. 

  

“Se hace de noche”. Annie Goetzinger (Francia, 1952)

 Música para los derechos humanos

Una de las peculiaridades de esta obra en cómic sobre los derechos humanos es que, junto a cada una de las historietas, sus autores incluyen el título de una música que puede servir para acompañar su lectura. Desde Haendel, Beethoven o Vivaldi, hasta Astor Piazzola, Atahualpa Yupanqui o Carlos Gardel, pasando por Bob Dylan, Joe Cocker o Pink Floy, nos proponen una gran variedad de épocas y estilos.

Con la intención de facilitar el acceso a esa selección, he elaborado una lista titulada Música para los derechos humanos en cómic, que tenéis disponible en el siguiente enlace: https://open.spotify.com/playlist/19Uh5NWHMgbHaO9lBFZhPt?si=-TiM76XcTgya-a3U00ogfQ