Estos día vuelve a ser noticia la arquitecta Beth Galí, que deja la presidencia del Foment de les Arts i el Disseny (FAD), tras cuatro años al frente de la prestigiosa entidad catalana, fundada en 1903, auténtica pionera y referente del diseño y la arquitectura.
El caso es que Beth Galí, hasta hace poco un mero nombre para mí, adquiere una mayor interés tras haber leído recientemente el libro de Llàtzer Moix, La Ciudad de los Arquitectos (Anagrama).
Llàtzer Moix, actual redactor jefe de cultura del diario La Vanguardia, escribió en 1994 el mencionado libro, en el que a partir de múltiples testimonios de los protagonistas, directos e indirectos, reconstruye el proceso de cambio urbano de la ciudad de Barcelona. Un proceso que arranca con la llegada a la alcaldía de Narcís Serra, el fichaje de Oriol Bohigas como máximo responsable del urbanismo arquitectónico barcelonés, y que se prolonga hasta nuestros días.
En el camino hitos como los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 o el Fórum de las Culturas, acontecimientos que al margen de su éxito o fracaso, sirvieron como argumento para una nueva reinvención y reconceptualización de Barcelona, hasta llevarla al podium de las ciudades más atractivas del planeta, con las ventajas e inconvenientes que ello supone.
Con el libro de Moix, cuya narración termina en la práctica en los primeros momentos de la post-olimpiada, uno puede descubrir el intenso esfuerzo de un grupo de arquitectos, amparados por Serra y Maragall, por cambiar la estructura urbana de la ciudad, por hacer que volviera a mirar al mar, por humanizarla, por dotarla de calidad. Ahora bien, en muchos casos eso se hizo en medio de graves luchas internas, con enfrentamientos corporativos de todo tipo, con los ingenieros de caminos, con las distintas administraciones, entre los propios arquitectos. Un proceso en el que no faltaron las luchas de egos: el propio Oriol Bohigas, Moneo, Calatrava, Álvaro Siza, Óscar Tusquets, Acebillo, Norman Foster, Bofill, etc.
Un proceso, internacionalmente alabado y puesto de ejemplo, pero en el que aparecen muchas sombras, muchos tics de un nuevo despotismo ilustrado, en el que no siempre se tenía en cuenta lo que podía ser mejor y más conveniente para las personas que diariamente deben vivir la ciudad.
Uno de los brazos ejecutores de toda esta transformación fue el llamado grupo de los Lápices, un grupo de jóvenes estudiantes de los últimos años de arquitectura en la ETSAB (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona), que fueron el soporte para el trabajo que quería llevar a cabo Oriol Bohigas y su equipo en el ayuntamiento. Y entre estos lápices, precisamente estaba la ahora saliente presidenta del FAD, Beth Galí.
Una buena lectura, por lo tanto, para descubrir gran parte de los entresijos del cómo y porqué la Barcelona actual és como la conocemos.
El caso es que Beth Galí, hasta hace poco un mero nombre para mí, adquiere una mayor interés tras haber leído recientemente el libro de Llàtzer Moix, La Ciudad de los Arquitectos (Anagrama).
Llàtzer Moix, actual redactor jefe de cultura del diario La Vanguardia, escribió en 1994 el mencionado libro, en el que a partir de múltiples testimonios de los protagonistas, directos e indirectos, reconstruye el proceso de cambio urbano de la ciudad de Barcelona. Un proceso que arranca con la llegada a la alcaldía de Narcís Serra, el fichaje de Oriol Bohigas como máximo responsable del urbanismo arquitectónico barcelonés, y que se prolonga hasta nuestros días.
En el camino hitos como los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 o el Fórum de las Culturas, acontecimientos que al margen de su éxito o fracaso, sirvieron como argumento para una nueva reinvención y reconceptualización de Barcelona, hasta llevarla al podium de las ciudades más atractivas del planeta, con las ventajas e inconvenientes que ello supone.
Con el libro de Moix, cuya narración termina en la práctica en los primeros momentos de la post-olimpiada, uno puede descubrir el intenso esfuerzo de un grupo de arquitectos, amparados por Serra y Maragall, por cambiar la estructura urbana de la ciudad, por hacer que volviera a mirar al mar, por humanizarla, por dotarla de calidad. Ahora bien, en muchos casos eso se hizo en medio de graves luchas internas, con enfrentamientos corporativos de todo tipo, con los ingenieros de caminos, con las distintas administraciones, entre los propios arquitectos. Un proceso en el que no faltaron las luchas de egos: el propio Oriol Bohigas, Moneo, Calatrava, Álvaro Siza, Óscar Tusquets, Acebillo, Norman Foster, Bofill, etc.
Un proceso, internacionalmente alabado y puesto de ejemplo, pero en el que aparecen muchas sombras, muchos tics de un nuevo despotismo ilustrado, en el que no siempre se tenía en cuenta lo que podía ser mejor y más conveniente para las personas que diariamente deben vivir la ciudad.
Uno de los brazos ejecutores de toda esta transformación fue el llamado grupo de los Lápices, un grupo de jóvenes estudiantes de los últimos años de arquitectura en la ETSAB (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona), que fueron el soporte para el trabajo que quería llevar a cabo Oriol Bohigas y su equipo en el ayuntamiento. Y entre estos lápices, precisamente estaba la ahora saliente presidenta del FAD, Beth Galí.
Una buena lectura, por lo tanto, para descubrir gran parte de los entresijos del cómo y porqué la Barcelona actual és como la conocemos.
1 comentario:
LA BURBUJA INMOBILIARIA BARCELONESA
Y SU MASIVA PROPAGANDA EN INTERNET.
Rafael del Barco Carreras
Si el alcalde Hereu dispone de un blog personal con 7 funcionarios y 50 millones de pesetas de coste anual, no alcanzo a presupuestar los cientos de blogs y webs a cargo de “presupuestos oficiales” aparentemente “privados” destinados a descarada auto propaganda. Contrarrestan, arrinconan y hasta anulan con VIRUS y “ataques” (“web atacante” le insertan a mi www.lagrancorrupcion.com, verdadero MOBBING INFORMÁTICO), a los cientos "libres" que intentamos no solo ejercer el derecho de crítica y oposición, indispensable para toda Democracia, inexistente en Barcelona, sino contrarrestar la línea editorial de los propios o subvencionados teles y periódicos locales, descaradamente franquistas, perdón, “socialistas”.
Si es lógico que bancos y grandes empresas copen en favor de su marca los más posibles espacios (pagan de su bolsillo), es agobiante y presumo ilegal la masiva presencia “paraoficial” del Régimen Barcelonés en Internet.
Cliquen sobre la nueva Diagonal hasta el FÓRUM, o el pastiche PLAZA LESSEPS, 7 años de tortura a los vecinos (clicar PLAZA LESSEPS), y llegarán a la conclusión que han creado una SUPER BARCELONA a la altura y orgullo de la hermosa NOUCENTISTA Y MODERNISTA de Cerdá y Gaudí... cuando esos nuevos kilómetros de ciudad no son más que una enorme BURBUJA INMOBILIARIA, repito, sin personalidad (plagio de las “nuevas ciudades” del ancho mundo, y a menudo "barato" como el Edificio Vela comparado con su inspirador de Dubai), ni vecinos, ni compradores "lógicos", o sea, del crecimiento vegetativo del resto de la ciudad... ni...ni... que además necesita al igual que cualquier GRAN ESTAFA una legión de propagandistas, la “labia” del buen estafador, y donde se acumula tanta CORRUPCIÓN y saqueo a Bancos y Caixas, endosados con “titulaciones” a ENTIDADES EUROPEAS, que parodiando a FERNANDO VI, cuando le presentaron las cuentas del Castillo de San Fernando de Figueras, desde Europa del Norte saliendo al balcón otearán hacia el Sur por si a simple vista ven esos faraónicos edificios barceloneses.
Deberemos esperar treinta años de fallecidos los DICTADORES actuales, para conocer de esas operaciones de compras y ventas de terrenos, de pisos entre "fondos de inversión inmobiliaria" y “sociedades instrumentales”, de ventas ninja a insolventes extranjeros, de alquileres a turistas... de 22@BARCELONA...PRO-FOCIVESA... de MOBBING INMOBILIARIO… ya olvidada MACOSA, inicio de DIAGONAL MAR con el Juez Luis Pascual Estevill extorsionando...y que con suerte se oirá en el juicio que se inicia este día 15 de septiembre (pasados 20 años) que dicen durará siete meses, por la corrupción en la DELEGACIÓN DE HACIENDA DE BARCELONA.
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