domingo, 14 de febrero de 2010

Invictus

Estamos en uno de los momentos álgidos de la temporada de rugby, con la celebración del Torneo de las Seis Naciones, la competición más importante de cuantas se celebran anualmente en el hemisferio Norte. Parece por lo tanto un buen momento para comentar "Invictus", la última película dirigida por Clint Eastwood, cuyo argumento gira precisamente en torno al rugby y al uso que hizo de él Nelson Mandela, en 1995, como aglutinante social de la Suráfrica que emergía después del apartheid.
Hay que decir de salida que no se trata de la mejor de las películas del director de "Sin Perdón", "Milion Dollar Baby" o "Gran Torino". Le falta ese ritmo y tensión narrativa que caracteriza su cine, aunque mantiene alguno de sus rasgos más destacables, como ese gusto por los primerísimos planos, que casi transparentan el retrato psicológico de los personajes a través de la piel del rostro, auténticos mapas vitales surcados por arrugas e imperfecciones.
En algunos momentos parece como si a Eastwood le costase enfrentarse con el tema amable que quiere mostrar, lejos de esos viajes al lado oscuro del individuo y de la sociedad a los que nos tiene acostumbrados.
En esta ocasión lo que hace es practicamente un documental sobre el Mundial de Rugby de Suráfrica de 1995, y de sus principales protagonista, el ya president
e Nelson Mandela, y el capitan de los springboks (nombre del equipo surafricano de rugby), François Pienaar, basandose en el libro "El factor humano", del periodista británico John Carlin. La interpretación que hace Morgan Freeman en el papel de Mandela, es uno de los grandes sustentos de la película. Matt Damon resulta algo más plano encarnando al capitán springbok. Curiosamente la película refleja mejor lo que es el desarrollo del propio mundial, haciendo bastante creíbles los partidos y el ambiente de los estadios, que otros momentos, aparentemente más sencillos de resolver y que resultan algo chuscos, como el acoso de periodistas y fotógrafos a Pienaar cuando iba a reunirse con Mandela.
Pero además a mí la película me gustó porque hay en ella toda una serie de elementos que para mí son pequeños guiños. Uno de ellos es la utilización de la canción "Osiyeza", uno de los mejores temas del grupo surafricano Johnny Clegg & Savuka. Otro es la aparición casi al final de las imágenes de otro de los grupos emblemáticos del país, los Lady Smith Black Mambazo, con el ya desaparecido Joseph Savalala al frente.
Y de fondo, aunque tratado bastante superficialmente, el difícil proceso que se vivió en Suráfrica y que de la mano de Mandela consiguió no acabar en el previsible baño de sangre, aunque 15 años después muchos de los problemas siguen persistiendo y bastantes de las esperanzas se hayan quedado en el camino.

1 comentario:

Miguel A. Lama dijo...

Habrá que ver la película, Javier. He pasado un buen rato leyendo tus entradas pendientes de leer. Estoy contigo en tu protesta por la ignorancia de Molina Foix en materia de historietas, y felicidades por los logros ciclistas.
Un abrazo.
Miguel Á.