Las imágenes del drama de los
refugiados que se está viviendo en Europa y en Oriente Medio, sin olvidar por
supuesto el de otros muchos lugares de África y de Asia, me ha llevado
recurrentemente a otras imágenes, no tan lejanas en el tiempo, en la que los
protagonistas eran españoles. Lógicamente me estoy refiriendo al éxodo de
cientos de miles de españoles republicanos, leales al orden constitucional
(ahora que tanto gusta invocar la Constitución), que llegaron casi con lo
puesto a Francia, o a territorios franceses de África como Argelia o Túnez.
Entre estas imágenes debo
mencionar las de dos libros de historietas (me sigue gustando más esta
denominación que la de novela gráfica, lo siento) cuya trama argumental se
sustenta en ese exilio obligado y en las penalidades sufridas por hombres,
mujeres y niños, en campos que eran más concentración
que de refugio, en barcos que se convertían en cárceles flotantes, y en
brigadas de trabajos forzados en el desierto. Se trata de Los Surcos del Azar de Paco
Roca, y El Convoy, con guion de Denis
Lapière y dibujos de Eduard Torrents. Cada
uno parte de planteamientos diferentes. Los surcos del azar es
un auténtico ejercicio de recuperación de una memoria histórica que, aún hoy,
no es lo suficientemente conocida, y mucho menos reconocida, como habría
ocurrido en cualquier otro país que presumiera de democrático. En cuanto a El Convoy, se trata de una recreación
imaginaria a partir de las experiencias de la familia del propio dibujante,
Eduard Torrent, que hace un ejercicio de condensación de múltiples historias,
para construir un relato de carácter genérico en el que pueden reconocerse
muchísimas personas. Como él mismo señala, ha querido engarzar todas esas
historia para rendir homenaje a esas
familias catalanas y españolas que tanto sufrieron, a todas esas gentes que
tuvieron que abandonar sus hogares para ir a un país extranjero que no estaba
preparado para recibirlos.
"Los surcos del azar". Astiberri. |
Palabras que hoy en día, ante las oleadas de refugiados de múltiples conflictos armados que llegan a nuestro continente, adquieren un nuevo significado. No cometamos los mismos errores y tratemos a estos nuevos refugiados con la dignidad que habrían merecido, pero que no recibieron, los cientos de miles de españoles que tuvieron que dejar su tierra a causa de la guerra. Y por si alguien tienen dudas de lo vivido por estos españoles (sí, españoles a los que su propio país dejó en la estacada), les invito a reflexionar leyendo estos dos magníficos libros de historietas.
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