Ya se que la vida está muy achuchada y que hay que buscar el dinero donde a uno de lo ofrecen, pero la carrera de Woody no se merece un borrón como el de esta película, que ni tan siquiera sirve como anuncio promocional de Barcelona u Oviedo.
El guión es insufrible, las interpretaciones no hay por donde cogerlas, la película no tiene ritmo alguno e incluso la banda sonora, una de las cosas que más cuida Allen en sus trabajos, aquí parece estar metida con calzador. Y no hablemos de ese narrador en off, que se despacha con unas explicaciones que harían sonrojar al peor de los creadores de cortos publicitarios de los que se presentan en FITUR.
Seguiré pensando que el creador de Annie Hall, Hanna y sus hermanas, Broadway Danny Rose, Misterioso asesinato en Manhattan, entre otras, ha sido y es uno de los grandes maestros del cine, el teatro y la literatura; pero preferiría que lo dejase en este punto si lo que nos tiene que ofrecer son nuevos bodrios como éste.
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